La tranquilidad del pequeño pueblo de Trémolat, en sur de Francia, se vio sacudida por un brutal asesinato el martes por la noche. Karen Carter, una británica de 65 años, fue encontrada herida frente a su casa. Había recibido cinco puñaladas y por el crimen detuvieron a una de sus amigas.
Fue el novio de la víctima quien la encontró y pidió una ambulancia. A pesar de los primeros auxilios que le brindaron, Carter murió de un paro cardiorrespiratorio.
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El hombre explicó habían pasado la noche juntos en casa de unos amigos, pero que habían regresado por separado. Ella llegó unos minutos antes que él. Luego, la encontró gravemente herida cerca de su auto, en medio de un charco de sangre e inconsciente.
Sylvie Martins-Guedes, fiscal de Bergerac, detalló que Carter presentaba “varias lesiones, incluidas cinco profunda” causadas por un objeto punzante, en el pecho derecho, la ingle, el brazo y la pierna”.
Estas lesiones, según la fiscal, demuestran “una violencia particular y su ubicación demuestra el deseo de matar".
“Se están realizando investigaciones para identificar y detener al autor de este crimen”, afirmó la fiscalía. “Por ahora, no se favorece ninguna hipótesis”, agregaron.
Según radio France Bleu, una mujer de 69 años que “pertenece al entorno de la pareja” fue detenida el jueves por la noche.
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Una comunidad en estado de shock
Carter, de nacionalidad británica y madre de cuatro hijos, vivía desde hacía más de diez años en Trémolat, donde era una figura querida y activa en la comunidad.
Además de gestionar una casa de huéspedes, participaba en el café comunitario del pueblo y era miembro del equipo de fútbol femenino “Reines du Foot” (reinas del fútbol).
Los vecinos están consternados. “Nadie puede entender cómo pudo pasar algo así en un lugar tan pacífico”, comentó un residente a La Dépêche du Midi.
“Todo el mundo está en shock, es horrible. La amábamos”, dijeron sus compañeras de equipo a France Bleu.
Los aldeanos expresaron su conmoción y tristeza por este brutal asesinato. “Incluso en nuestros pequeños pueblos, todo puede pasar”, se lamentó uno de ellos, citado por el diario Sud-Ouest.
