Bajo un manto de gran incertidumbre y la amenaza de un estallido de violencia impulsado por el crimen organizado, los ecuatorianos fueron a las urnas este domingo y en segunda vuelta Daniel Noboa se impuso con el 56% ante la candidata de la Revolución Ciudadana, Luisa González, que obtuvo 44% de los votos y denunció fraude. Así, el actual mandatario logró la reelección hasta 2029.
Leé también: Ecuador azotado por el crimen organizado: amenazas a periodistas y la tasa de asesinatos más alta de la región
“Ecuador está cambiando y ya escogió un diferente camino y este diferente camino va a hacer que nuestros hijos vivan mejor que nosotros”, subrayó Noboa en un breve discurso en Quito. Además, le respondió a su rival en el balotaje: “Me parece penoso que con 11, 12 puntos de diferencia, trate de alguna forma de cuestionar la voluntad de los ecuatorianos. Los ecuatorianos ya se pronunciaron y ahora hay que trabajar desde el día de mañana”.
Se trata de una durísima derrota del correísmo, cuya candidata no reconoció su derrota.
Las elecciones se realizaron sin grandes contratiempos, con denuncias aisladas y el arresto de 634 personas por distintos delitos u órdenes de captura vigente, según dijo el general Henry Tapia, comandante de la zona 9 de la Policía Nacional.
Por la noche, Luisa González, denunció fraude en un discurso ante sus seguidores en la capital. “Hoy no reconocemos los resultados”, expresó. Y siguió:” Vamos a pedir nuevo conteo y que se abran las urnas”.
“Yo denuncio ante el pueblo, ante el mundo que Ecuador está viviendo una dictadura y estamos enfrentando el peor y más grotesco fraude electoral de la historia de la república del Ecuador”, dijo. Sin embargo, el consejo nacional electoral reconoció el triunfo de Noboa.
No es la primera vez que Noboa enfrentó a González. Fue el cuarto enfrentamiento electoral entre ambos. Los dos primeros en las elecciones de 2023 (salió segundo en el primer turno y le ganó en el balotaje) y el tercero ocurrió el 9 de febrero, cuando la derrotó con una escasísima diferencia de 16.746 votos (44,17% a 44%).
Una jornada electoral tranquila
TN recorrió durante la jornada varios centros electorales en distintos puntos de Quito, donde se vio una gran afluencia de votantes, en un clima de tranquilidad.
“Voto Correa”, dijo una mujer que atendía un local de comida al paso alrededor de un centro electoral en la parroquia de Pifo, en la zona rural de Quito. Varios seguidores del expresidente simplemente mencionaron su nombre para señalar su voto a Luisa González, heredera política del exmandatario exiliado en Bruselas.

Pero el voto a Noboa también estuvo presente en esa humilde parroquia quiteña. María, una vecina de la zona, dijo que había votado por el empresario para darle una nueva oportunidad y para que no vuelva “la corrupción” al país.
En otras zonas de clase media, el apoyo a Noboa era más claro. Tras el cierre de la jornada, el escrutinio fue rápido. El presidente sacó una inesperada y amplia diferencia sobre su rival. Por la noche, hubo festejos en Quito y en distintas ciudades del país por parte de seguidores del mandatario.
Quién es Daniel Noboa, el outsider que logró la reelección
Daniel Noboa es considerado aún un outsider de la política ecuatoriana. Era un candidato del montón hasta pocas semanas antes de las elecciones de agosto de 2023 luego de la renuncia de Guillermo Lasso. Pero con un sprint final clave y un discurso antigrieta en un país sumamente polarizado, llegó segundo de González y ganó el balotaje dos meses después.

La irrupción de Noboa en la política fue sorpresiva. Llegó a la presidencia contra todo pronóstico y aglutinó el apoyo anticorreísta en el balotaje en el que derrotó a González de 2023. Su estilo entremezcla una imagen de “rambo” con un joven descontracturado. Así, se lo ve tanto trepado a un tanque de guerra con chaleco y casco antibalas para amenazar al crimen organizado, como vestido con ropa deportiva y cantando, guitarra acústica en mano, alguna canción de los Goo Goo Dolls.
Su breve gestión se caracterizó por la guerra contra el narcotráfico que incluyó la declaración del estado de conflicto armado interno que motorizó la militarización del país y una severa sequía que derivó en una crisis energética nacional con apagones programados de hasta 14 horas diarias.
Su apellido es sinónimo de empresa. Su padre, Álvaro Noboa, sembró sin saberlo el camino de su hijo a la presidencia. De hecho, fue candidato presidencial cinco veces: en 1998, 2002, 2006, 2009 y 2013, aunque siempre perdió. Pero dejó una base política de la que se sirvió el actual mandatario para llegar al Palacio de Carondelet, sede del gobierno ecuatoriano.
La familia Noboa es dueña de un poderoso emporio empresario y es considerada la más rica del país, con una fortuna estimada de 910 millones de dólares. Los negocios se dividen en la industria bananera, el transporte y el rubro inmobiliario, con importantes ramificaciones en el exterior.
Leé también: “Nadie sale ileso de una guerra comercial”: fuerte advertencia de uno de los cancilleres de la Unión Europea
Si bien se define como un hombre católico y de centroizquierda, sus políticas económicas y de seguridad estuvieron más cerca de la centroderecha tradicional.
Nacido en Miami, en Estados Unidos, luce a sus 37 años un aspecto juvenil con innumerables tatuajes y es muy activo en sus redes sociales. Se educó en las mejores universidades extranjeras y volvió al país para tomar las riendas de varias empresas de su padre.
El actual presidente, apasionado de los autos y los caballos, está casado con la influencer Lavinia Valbonesi, con la que tiene dos hijos. De su primer matrimonio tiene una hija. Su exesposa Gabriela Goldbaum lo acusó ante el Congreso de machismo, violencia vicaria y de usar a la hija que tienen en común para causarle “dolor”.
No es la única denuncia contra Noboa. Su vicepresidenta, Verónica Abad, de la que está enfrentado, lo acusó de violencia de género después de varios intentos de apartarla del cargo.
Noticia que está siendo actualizada.-