Una periodista de la televisión pública rusa murió en la explosión de una “mina enemiga” en la región de Bélgorod, fronteriza con Ucrania.
“Anna Prokofieva, reportera de guerra de Pervy Kanal, murió en el ejercicio de su profesión. Ocurrió en la región de Bélgorod, fronteriza con Ucrania, donde el equipo de rodaje [...] pasó por encima de una mina enemiga”, afirmó la cadena pública, que indicó que un camarógrafo también resultó herido.
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Este último sufrió quemaduras en la cara, brazos, piernas y tracto respiratorio superior y está “grave”, según el gobernador de la región vecina de Kursk, donde fue hospitalizado, Alexander Khinshtein.
Anna Prokofieva, de 35 años, estaba realizando reportajes “en la zona de operación especial”, como se refiere Rusia a la invasión de Ucrania lanzada en febrero de 2022.

Prokofieva fue una firme defensora de la invasión a Ucrania. Llevaba una cinta roja y naranja de San Jorge, símbolo de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial, adornada con una “Z”, en señal de apoyo al esfuerzo bélico ruso. La mujer solía aparecer con ropa militar en imágenes que difundía en su canal de Telegram.
Su última publicación fue el martes, donde dijo que estaba “en algún lugar al borde de la ´página 404’”, una referencia burlona a Ucrania por el error de “páginas no encontradas” cuando un usuario intenta acceder a una página web que no existe. Se creía que estaba a las afueras de la aldea de Demidovka.

El lunes, un reportero, un camarógrafo y un chofer murieron en el este de Ucrania, indicaron los medios para los que trabajaban, el diario ruso Izvestia y la cadena de televisión pública Zvezda, dependiente del Ministerio ruso de Defensa.
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Al menos 21 periodistas murieron durante la cobertura del conflicto desde febrero de 2022, según la Federación Internacional de Periodistas.
Rusia acusó varias veces a Ucrania de haber apuntado contra periodistas rusos, pero niega sistemáticamente su responsabilidad en las muertes de reporteros achacadas a bombardeos de su ejército.