Un nene de dos años desapareció el 8 de julio del 2023 y nueve meses después lo encontraron muerto. Ahora, a casi dos años de aquel fatídico hecho, detuvieron a sus abuelos bajo sospecha de asesinato. Émile Soleil estaba de vacaciones en la casa de sus familiares en Francia cuando fue visto por última vez. Sus padres se habían ido de viaje y el chiquito había quedado a cargo de sus abuelos.
El giro que dio la investigación fue impactante. Además de Philippe y Anne Vedovini, ambos de 59 años, las autoridades policiales también detuvieron a dos de sus hijos, que serían los tíos de la víctima. Los cuatro están acusados de “homicidio intencional” y “ocultación de cadáver”, según un comunicado de la fiscalía a cargo del caso.
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De acuerdo a la información publicada por el portal británico The Sun, Émile estaba al cuidado de su abuelo el día que desapareció. El hombre admitió ante las autoridades que perdió al chiquito de vista tras “quince minutos de distracción”. Por su parte, un testigo dijo que lo vio cortando leña afuera de su casa en el momento en que se creía que el menor se había alejado.
Desde el día de su desaparición, las autoridades realizaron búsquedas diarias en la zona, sin embargo, el cadáver del nene apareció recién nueve meses después: el 30 de marzo de 2024. El alcalde François Balique dijo en aquel entonces al diario Le Figaro, que los restos fueron encontrados “en un camino entre la iglesia y la capilla” del pueblo, a poco más de 100 metros de su casa. Cabe destacar que el chiquito tenía el cráneo fracturado.
Una de las hipótesis era que Émile había sido atacado por algún animal, pero el alcalde afirmó que la zona en la que hallaron el cuerpo había sido “exhaustivamente registrada por gendarmes” anteriormente, sugiriendo que alguien podría haber trasladado los restos días antes del hallazgo.
Los escalofriantes antecedentes del abuelo
En los últimos meses surgieron detalles escalofriantes sobre el pasado del abuelo de Émile. Según informaron los medios de comunicación franceses, Le Parisien y Le Canard enchaîné, Philippe habría estado involucrado en un escándalo de abuso sexual en la escuela católica romana donde trabajaba.
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El colegio del Paso de Calais recibió múltiples denuncias de exalumnos entre 2014 y 2017, que declararon haber sufrido abusos sexuales, violaciones y agresiones físicas regulares a principios de la década de 1990. Philippe estuvo implicado como “testigo asistido”.
Según contó una fuente cercana a la investigación, el hombre admitió haber administrado una disciplina física “algo dura” en declaraciones a la policía en abril de 2018, pero aseguró que nunca había violado la ley. En esa causa, 11 excompañeros de trabajo de Philippe fueron acusados de diversos cargos.
