La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la coalición opositora de Venezuela, reiteró este jueves su petición de salvoconductos para los cinco asilados en la residencia de la Embajada de Argentina en Caracas, cuando se cumple un año de su ingreso a la sede.
“Hoy, cinco dirigentes políticos cumplen un año asilados en la Embajada argentina en Caracas”, afirmó en X el equipo de organización política de la PUD, el comando Con Venezuela, que calificó de “rehenes” a Magalli Meda, Claudia Macero, Pedro Urruchurtu, Omar González y Humberto Villalobos.
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Desde el momento en que los seis dirigentes ingresaron al territorio diplomático, comenzaron las denuncias de asedio y el corte de servicios. En diciembre de 2024, Fernando Martínez Mottola negoció su salida de la embajada. “Fue de manera voluntaria a la Fiscalía”, dijo una fuente que pidió anonimato y confirmó que el opositor se había ido a su casa y quedó presuntamente bajo libertad condicional. En febrero de este año, se conoció la noticia de su fallecimiento. Mottola fue asesor de la PUD.
El 14 de marzo, menos de una semana antes de que se cumpliera este aniversario, los cinco asilados denunciaron en un comunicado que atraviesan condiciones extremas debido a la falta de electricidad, agua y alimentos. Además de permanecer sin luz, explicaron que están sufriendo problemas con el abastecimiento. “Los productos perecederos que habíamos recibido para la semana comenzaron a descomponerse. Hace cuatro días que estamos así”, advirtieron.

Este jueves, entre las manifestaciones de la oposición que piden por su libertad, Pedro Urruchurtu publicó una emotiva carta en su cuenta de Instagram. “Me han preguntado de dónde saco la fuerza después de un año en esta embajada que se fue convirtiendo en una prisión, en medio de tantas injusticias y arbitrariedades, en medio de las amenazas, en medio del asedio. La fuerza está en las convicciones, sobre todo cuando son profundas y están enraizadas”, comenzó.
“Cuando la vida corre riesgo, piensas que una embajada es un lugar seguro. (...) Esa fue la decisión que tomamos hace un año, ese 20 de marzo, luego de que se llevaran a nuestros queridos Henry y Dignora. Jamás pensamos que esto también lo irían convirtiendo en una cárcel exhibida que ha servido de vitrina para la maldad a partir de lo que nos han hecho. Formalmente somos asilados, pero ya entendimos que en la práctica somos rehenes y fichas de canje”, reclamó en otro párrafo.

Magalli Meda, en una entrevista televisiva que concedió este jueves, también les reclamó a la Iglesia Católica y a los diplomáticos de otros países instalados en Venezuela por no intervenir. “Nos sentimos abandonados de un cuerpo diplomático que hace vida en Venezuela y que no se ha atrevido a presentarse con mucha firmeza, a hacer una visita a esta sede, a constatar lo que aquí pasa. Nos sentimos abandonados de la Nunciatura Apostólica, que es otra instancia diplomática dentro del territorio venezolano. (...) Al final, lo que hay que reconocer es que, en Venezuela, la diplomacia no existe”, sentenció.
Por otro lado, un grupo de opositores pidió este jueves en Madrid que el Gobierno español interceda a favor de los colaboradores de María Corina Machado. María Gabriela Olavarría, coordinadora de Comando con Venezuela España, entregó en la sede del Ministerio de Exteriores una carta en la que se pide una intervención diplomática en favor de los cinco opositores asilados en la embajada.
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”Estamos haciendo todas las gestiones diplomáticas necesarias (...) queremos la intervención del ministro José Manuel Albares para que nos permita justamente seguir haciendo gestiones para lograr el salvoconducto de nuestros compañeros y la salida segura del país”, manifestó Olavarría a EFE.
Además, solicitan que España, en coordinación con las autoridades brasileñas, “pueda tramitar y organizar una visita humanitaria a la sede diplomática para constatar el estado en el que se encuentran estas personas, cuya vida corre peligro”. El 21 de febrero habían entregado otra carta y, según Olavarría, no ha recibido respuesta alguna por parte del Gobierno español.
Tensión antes de las elecciones presidenciales y una embajada sin diplomáticos
El 20 de marzo de 2024, Pedro Urruchurtu estaba en la sede del comando político de María Corina Machado en Caracas cuando detuvieron a Henry Alviarez, coordinador de Vente Venezuela (VV), y la exdiputada Dignora Hernández fue detenida después. Ambos dirigentes permanecen recluidos en el Helicoide.
Urruchurtu ya había estado escondido por varias semanas en la embajada de Países Bajos con Claudia Macero, jefa de Comunicación de VV, y con Alviarez. Ante la noticia de esas detenciones arbitrarias, Urruchurtu decidió pedir asilo en la embajada argentina y se lo concedieron a él, a Macero, a Magalli Meda, al exdiputado Omar González, al experto electoral Humberto Villalobos y al exministro Fernando Martínez Mottola.
Los dirigentes se refugiaron cuando faltaban poco más de cuatro meses para las elecciones presidenciales. La tensión internacional aumentó tras los comicios, cuando Nicolás Maduro fue proclamado por el Consejo Nacional Electoral, pero la oposición denunció fraude y María Corina Machado, junto con su equipo, publicaron las actas electorales que daban a Edmundo González Urrutia como ganador y presidente electo.
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La Argentina fue una de las naciones que reconocieron la victoria de González Urrutia, por lo que el 30 de julio, se conoció que Maduro había enviado un ultimátum a los diplomáticos argentinos: debían desalojar la sede diplomática en 72 horas.
La decisión de Venezuela, como constaba en la carta a la que se tuvo acceso TN, se justifica en la supuesta injerencia del gobierno argentino y en el desconocimiento del resultado electoral del domingo 28 de julio.

La carta fue firmada el 29, y el 1 de agosto, cuando se cumplió el plazo, los funcionarios argentinos salieron de Venezuela. Solo quedaban los seis dirigentes venezolanos en la sede constantemente vigilada por los agentes de seguridad del chavismo. Como resultado de negociaciones entre la entonces canciller Diana Mondino y su par brasileño, Mauro Viera, junto al embajador de Brasil en Buenos Aires, Julio Bitelli, ese Estado aceptó tomar la custodia de la embajada.
“Agradezco enormemente la disposición de Brasil a hacerse cargo de la custodia de la Embajada argentina en Venezuela. También agradecemos la representación momentánea de los intereses de la República Argentina y sus ciudadanos allí”, manifestó Javier Milei en un mensaje publicado en su cuenta de X.
“Hoy el personal diplomático argentino tuvo que abandonar Venezuela como represalia del dictador Maduro por la condena que hicimos del fraude que perpetraron el domingo último. No tengo dudas de que pronto reabriremos nuestra Embajada en una Venezuela libre y democrática. Los lazos de amistad que unen a la Argentina con Brasil son muy fuertes e históricos. Venezuela respetará así lo estipulado en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares”, agregó.
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Tras meses de reclamos por parte de los dirigentes, el canciller Gerardo Werthein denunció ante la Organización de Estados Americanos (OEA) que los opositores asilados en la residencia de la embajada argentina en Venezuela estaban sometidos a “una estrategia de desgaste físico y terror psicológico”. El ministro de Exteriores participó en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de ese organismo interamericano el 11 de diciembre para informar sobre la situación del grupo de refugiados.
Horas después del discurso de Werthein, Estados Unidos también se pronunció y condenó “en los términos más enérgicos la continua negativa de Nicolás Maduro y sus representantes a otorgar un salvoconducto a las personas refugiadas en la Embajada de la República Argentina, actualmente bajo custodia brasileña, en Caracas, Venezuela”, decía el mensaje oficial.
A pesar de los reiterados reclamos y los pronunciamientos oficiales, Urruchurtu, Meda, Macero, González y Villalobos permanecen refugiados en la embajada, a la espera de que Nicolás Maduro les conceda la salida.