Un trágico episodio conmocionó al pueblo de Eagle Mountain, en el condado de Utah, Estados Unidos, cuando una bebé de dos meses murió tras quedar sumergida en la bañera mientras su madre dormía junto a ella. La mujer, identificada como Taylor Nichole Trusty, de 24 años, fue detenida y enfrenta cargos de homicidio negligente.
El hecho ocurrió el pasado viernes por la tarde. Tal como informó la Oficina del Sheriff del Condado de Utah, una llamada de emergencia ingresó alrededor de las 14 alertando sobre la situación. Al llegar, los oficiales encontraron a la madre en estado de shock y a la bebé sin signos vitales.
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Según el testimonio de Trusty, la noche anterior había preparado un largo baño, una costumbre que repetía con frecuencia y durante la cual solía quedarse dormida. La madre declaró que había puesto a la bebé en una silla mecedora junto a la bañera, pero al notar que la pequeña estaba inquieta, la colocó sobre su regazo, justo por encima del agua. Sin embargo, poco después se quedó dormida y afirmó que no recordaba lo que había ocurrido.
Según detallaron las autoridades, fue otra de las hijas de Trusty que la despertó unas dos horas después, preocupada al ver que su hermana estaba boca abajo en el agua. Alarmada, la madre sacó rápidamente a la bebé de la bañera, la envolvió en una toalla e intentó reanimarla, pero se dio cuenta de que no respiraba.
La nena de 7 años, desesperada, corrió a buscar a su abuela, que también se encontraba en la casa y llamó a la Policía.
Durante la investigación, Trusty admitió que había consumido alcohol la noche anterior. Según su propio relato, bebió varias bebidas, incluyendo licores fuertes, aunque no recordaba la cantidad exacta. La Policía determinó que su comportamiento configuraba un claro caso de negligencia criminal al ignorar el riesgo de quedarse dormida en la bañera con su bebé después de haber bebido alcohol.
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Las autoridades arrestaron a Trusty y la trasladaron a la cárcel del condado sin derecho a fianza. Según informaron, durante el traslado la mujer escupió en la consola central de la patrulla policial, lo que derivó en un cargo adicional en su contra por daños a un lugar de confinamiento. “Esta tragedia podría haberse evitado”, señalaron desde la Oficina del Sheriff. La investigación sigue en curso.
