Los dirigentes de la Unión Europea mantienen este jueves en Bruselas una cumbre especial en la que analizan cómo respaldar a Ucrania, ante la suspensión de la ayuda militar estadounidense a ese país tras el duro cruce entre Donald Trump y el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
Europa y Ucrania están ante “un momento decisivo”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al recibir al mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski.
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Se trata de la primera cumbre europea después de la explosiva reunión de la semana pasada entre Zelenski, Trump y su vice JD Vance, en el que acusaron al mandatario ucraniano de organizar “tours propagandísticos” y lo tacharon de desagradecido.
Poco después, EE.UU. anunció la suspensión de su ayuda militar a Ucrania, un gesto que dejó a los europeos ante la urgencia de definir una respuesta común.
Zelenski agradeció este jueves el apoyo europeo y destacó que ese respaldo hace que los ucranianos no estén solos.
El jefe de Gobierno de España, Pedro Sánchez, dijo al llegar a la cumbre que Europa respalda a Ucrania “porque defendemos su interés territorial, porque defendemos la soberanía nacional”.
El escenario cambió radicalmente luego de que Trump volviera al poder e iniciara conversaciones directas con Rusia sobre el fin del conflicto entre ucranianos y rusos.
Esos contactos excluyen tanto a los propios ucranianos como a los europeos, que ahora buscan un lugar en la mesa de negociaciones.
El acercamiento entre Trump y Putin hace temer la imposición de una paz contraria a los intereses de Ucrania y de Europa, con concesiones territoriales como vía para cerrar el conflicto.
En ese escenario, el primer ministro británico, Keir Starmer, organizó el pasado domingo una reunión de urgencia con Zelenski y dirigentes europeos.
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Macron afirmó que “la amenaza rusa está aquí”
En un mensaje a la nación, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo el miércoles que los franceses están “legítimamente preocupados” con el inicio de “una nueva era” por el cambio de postura en Washington.
“La amenaza rusa está aquí y afecta a los países de Europa, nos afecta a nosotros”, subrayó Macron al recordar que Rusia “ya ha convertido el conflicto ucraniano en un conflicto mundial”, “viola nuestras fronteras para asesinar a opositores, manipula las elecciones en Rumania y Moldavia”, “organiza ataques digitales contra nuestros hospitales” e “intenta manipular nuestras opiniones con mentiras difundidas en las redes sociales”.
Macron consideró que “frente a este mundo en peligro, sería una locura permanecer como espectador”.
El mandatario galo llamó al rearme de Europa y propuso enviar tropas europeas a Ucrania en caso de un acuerdo de paz con Rusia, y dijo además que está dispuesto a “abrir el debate estratégico” sobre la protección del continente con ayuda del paraguas nuclear francés.
Además, el ministro de Defensa francés, Sébastien Lecornu, indicó que Francia está proporcionando inteligencia militar a Ucrania después de que Washington anunció que congelaría el intercambio de información con Kiev.
Plan masivo para el rearme de Europa
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, lanzó esta semana un plan para rearmar Europa mediante la movilización de un enorme volumen de recursos.
Von der Leyen estima que el plan podría utilizar hasta 800.000 millones de euros para el rearme.
Una parte clave de ese plan es flexibilizar las normas fiscales del bloque, que limitan el gasto público, para que los países puedan invertir más en Defensa.
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Otro de los temas a ser discutidos por los dirigentes europeos este jueves son las garantías de seguridad que pueden ofrecer para verificar un eventual acuerdo para el cese de hostilidades.
Zelenski incluso sugirió la creación de un ejército europeo, argumentando que el continente ya no puede contar con Washington.
Los países del bloque están de acuerdo en que deben aumentar sus gastos militares para reforzar las capacidades de seguridad, una demanda reiterada por Trump.
Los países de la OTAN acordaron gastar al menos el 2% de sus respectivos PBI nacionales, pero Trump insistió en que ese nivel debe llegar al 5%, una meta inalcanzable para la mayoría.
