Funcionarios de alto rango de Rusia y Estados Unidos se reunieron este martes en Arabia Saudita con el propósito de mejorar el diálogo y ponerle fin a la guerra en Ucrania. La Casa Blanca afirmó que ambos países nombrarán equipos para iniciar tratativas lo antes posible.
Tras el encuentro, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo en Washington que ahora confía “mucho más” en la posibilidad de alcanzar un acuerdo. A la pregunta de si se reunirá pronto con el presidente ruso Vladimir Putin contestó: “probablemente”.
No hubo representantes de Ucrania en las conversaciones. El presidente Volodimir Zelenski había expresado el lunes que no aceptará lo que se acuerde si Kiev no participa de las negociaciones. “De nuevo sobre Ucrania y sin Ucrania”, afirmó este lunes de visita en Turquía.
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Las delegaciones, encabezadas por el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y el ministro de Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, se reunieron en el Palacio de Diriyah, en Riad.
Rubio y Lavrov acordaron “nombrar sus respectivos equipos de alto nivel para empezar a trabajar en una vía para poner fin al conflicto en Ucrania lo antes posible”, indicó el Departamento de Estado norteamericano. Washington agregó que las partes también acordaron “establecer un mecanismo de consulta” y “sentar las bases para una futura cooperación en asuntos geopolíticos de interés común y en las oportunidades económicas y de inversión que surgirán de una resolución del conflicto en Ucrania”.
Yuri Ushakov, el consejero diplomático del Kremlin, confirmó que nombrarían “equipos distintos de negociadores” y agregó que no pudieron concretar un posible encuentro Trump-Putin.

Un encuentro crucial
El encuentro fue otro paso crucial del gobierno de Donald Trump para revertir la política estadounidense de aislar a Moscú. La idea, todavía no concretada, es allanar el camino para una cumbre con Vladímir Putin.
Tras la reunión, el asesor de política exterior del Kremlin, Yuri Ushakov, dijo al Canal 1 de Rusia que aún no se fijó una fecha para la reunión, aunque admitió que es “poco probable” que se haga la próxima semana.
Rubio se mostró “convencido” de que Rusia está dispuesta a iniciar un “proceso serio” para poner fin a la guerra.
“Para que un conflicto termine, todos los implicados tienen que estar de acuerdo, tiene que ser aceptable para ellos”, subrayó.
Lavrov, por su lado, mencionó que unos de los asuntos tratados durante el encuentro en Riad, capital de Arabia Saudita, fue fue avanzar hacia el establecimiento de embajadores en ambas capitales, lo cual incluiría empezar a derribar obstáculos en el vínculo diplomático
A su vez, indicó que los asesores de cada una de las partes acordarán reuniones en esa línea para sostener un enfoque sistémico con miras hacia la cooperación económica.

Trump se ha encargado de aclarar, desde antes de asumir su gobierno, que terminará con el respaldo económico y militar a Kiev y que buscará poner fin a la guerra con negociaciones directas con Putin.
Zelenski aclaró que su país no participará del diálogo y lanzó una alerta que retumbó en Washington: “Estados Unidos está diciendo ahora cosas que son muy favorables a Putin porque quieren complacerlo”, había dicho a la cadena pública alemana ARD.
El temor de Ucrania es que Trump negocie con Putin sin tomar en cuenta su postura. En Kiev todavía retumban las declaraciones del jefe del Pentágono, Pete Hegseth, que dejó en claro que, a juicio de Estados Unidos, la posición de Zelenski es sumamente débil.
“Volver a las fronteras de Ucrania previas a 2014 es poco realista”, dijo el secretario de Defensa estadounidense. En términos geopolíticos, el mensaje fue contundente: Kiev debería hacer dolorosas concesiones territoriales a Rusia y olvidarse de recuperar la península de Crimea, anexada por Rusia aquel año.
Ucrania perdió una enorme porción del este del país desde la invasión rusa, el 24 de febrero de 2022, con avances y retrocesos. Ya son tres años de una guerra desgastante. Un vasto territorio de la oriental región ucraniana del Dombás, cuya población es mayoritariamente prorrusa, está en manos del Kremlin.
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En contraste, Kiev controla una franja de la región rusa de Kursk, que invadió en agosto pasado con la intención de abrir un nuevo frente bélico y obligar a Moscú a dividir sus esfuerzos bélicos. Su estrategia ha sido exitosa.
En Europa también hay alarma. La Unión Europea (UE) quiere ser parte activa de las negociaciones, aunque se muestra dividida sobre la posibilidad de enviar un futuro contingente militar a Ucrania como garante de un eventual tratado de paz. En síntesis, se siente marginada por la Casa Blanca.