Donald Trump enmarcó una portada del diario New York Post en la que aparece la foto con la que acompañó su ficha policial y la colgó en la Casa Blanca. La imagen corresponde al momento en que fue detenido en agosto de 2023 y fichado en la cárcel del Condado de Fulton, Georgia.
En ese entonces, Trump fue acusado por presuntamente intentar revertir los resultados electorales de 2020 en ese estado. De acuerdo con información de New York Post, la portada que hizo enmarcar del presidente de Estados Unidos se encuentra protegida con un marco dorado y pareciera estar ubicada en un pasillo, entre la oficina oficial y la sala del gabinete.
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Una foto con polémica
Ese lugar suele estar destinado para reuniones con personas del equipo Ejecutivo, del Consejo de Seguridad Nacional o del Congreso, además de jefes de estado. Según información de EFE, el enmarcado de la portada se descubrió durante la visita de Narendra Modi, el primer ministro indio.
Sucedió cuando algunos periodistas que estaban cubriendo el encuentro se percataron de la portada en un momento en el que una de las puertas próximas del Despacho Ovan quedó abierta.
Esa portada fue publicada por New York Post el 25 de agosto de 2023. La imagen documentó el que, quizá, sea uno de los momentos más incómodos de la vida de Donald Trump. En la imagen aparece con una expresión desafiante, mirando de manera fija a la cámara y con una de las cejas levemente levantada.
No es la primera vez que esta imagen vuele a ser traída a la actualidad. A mediados de enero, el equipo de comunicación de Trump publicó el retrato presidencial para el segundo gobierno del empresario y político. En esa foto -que es la que se distribuye a todas las embajadas del mundo, al ser el retrato oficial del Presidente de Estados Unidos-, Trump recreó aquella pose, la que mostró cuando fue fichado por la policía.
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El detalle se interpretó de múltiples maneras. Una de ellas fue que se trató de un guiño a ese momento. Pero también se pensó que podía ser una declaración de principios, teniendo en cuenta que su campaña se basó en un discurso nacionalista y con fuertes críticas a sus opositores. Debido a la foto tomada por la policía, Trump se convirtió en el primer expresidente de los Estados Unidos en tener una foto policial.