Una joven fue detenida en el sur de Brasil por acosar a un dentista y su novia. A pesar de que la Justicia le había impuesto una restricción perimetral, la muchacha ignoró la orden y continuó espiando a la pareja, tanto en redes sociales como en su domicilio. Al este crimen también se lo conoce como stalking.
La detención ocurrió el lunes en la ciudad de Itajaí, ubicada en el litoral norte del estado de Santa Catarina. Según informó la Policía Civil, la acusada, de 24 años, fue arrestada en Morro do Matadouro tras una investigación que reveló que había incumplido las medidas cautelares dictadas por la Justicia.
Leé también: El escalofriante caso del Carpintero Nudista: apuñaló a un policía más de veinte veces con dos tijeras
El caso comenzó en 2019, cuando la joven conoció al dentista en una consulta odontológica en la ciudad de Itapema, en la misma región. Desde entonces, inició un hostigamiento constante contra el profesional y su pareja, que con el tiempo se volvió cada vez más intenso.
En los últimos meses, la situación se agravó y la Policía Civil abrió una causa en su contra. A pesar de la prohibición de contacto y acercamiento impuesta por la Justicia, siguió acosando a las víctimas a través de mensajes con insultos y amenazas. Para esquivar el control, utilizaba teléfonos celulares de terceros y creaba cuentas de correo electrónico falsas.
Además, según el informe policial, la acusada comenzó a “vigilar las casas, los lugares de trabajo y otros lugares que la pareja frecuentaba, como restaurantes y sitios de ocio”. Ante la reincidencia y el incumplimiento de las restricciones judiciales, se ordenó su detención.
Tras el arresto, la mujer fue trasladada a una unidad penitenciaria de Itajaí, donde quedó a disposición de la Justicia, y enfrenta cargos por acoso, injurias y amenazas.
Leé también: Una mujer fue abusada cuando era una nena, se convirtió en policía y años después detuvo a su agresor
El stalking es el acoso persistente e invasivo hacia una persona, ya sea en línea o en la vida real. Implica vigilancia, contacto no deseado, mensajes repetitivos y seguimiento físico o digital. Puede generar miedo, angustia y violar la privacidad de la víctima. En el ámbito digital, se manifiesta mediante el monitoreo en redes sociales, el envío constante de mensajes o la recopilación de información personal sin consentimiento. Legalmente, en muchos países es un delito penado por la ley.
