Una mujer envenenó a su vecina con un café y le contó una extraña versión a la Policía. La asesina y la víctima mantenían una relación amorosa en secreto, mientras ambas estaban casadas y habían formado familia con sus maridos. Según trascendió, su relación había iniciado incluso antes de formar pareja con sus esposos pero nunca se animaron a vivir el romance con libertad.
El macabro episodio ocurrió el pasado 22 de enero en Piauí, Brasil, aunque los pormenores se supieron en las últimas horas. Lo cierto es que el caso está lleno de inconsistencias, ya que la mujer argumentó que lo hizo para salvar a su marido, ya que días atrás se había registrado otro caso de envenenamiento en su casa, en el que murieron cinco personas y él era el principal acusado.
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Maria dos Aflitos Silva confesó el crimen de su vecina, Maria Jocilene da Silva, ante las autoridades policiales. Según relató a los agentes, lo hizo para salvar a Francisco de Assís, su marido, quién está acusado de envenenar con arroz a los hijos y nietos de su esposa el pasado 1 de enero. En aquel episodio murieron cinco personas y Francisco quedó detenido.
Las dos mujeres mantenían un romance discreto desde hacía muchos años. Cada una tenía su familia paralela, pero todos sabían de su relación. Sin embargo, desde hacía cinco años Maria dos Aflitos y Francisco de Assis habían empezado una relación y demostraban un vínculo cómplice y estrecho.
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Maria dos Aflitos dijo estar muy enamorada de su esposo y confesó que envenenó a Jocilene creyendo que eso ayudaría a liberar a su marido. “Lo que pasó es que yo estaba cegada por el amor hacia Assis, y para recuperarlo fui capaz de pasar lo mismo. Lo quiero mucho, todavía lo quiero”, afirmó.
La mujer envenenó a su vecina y amante con una taza de café
El pasado 22 de enero Jocilene fue a la casa de María dos Aflitos quien le convidó una taza de café. La vecina la bebió sin saber que estaba envenenada y que acabaría con su vida tan sólo dos días después. María en un principio le dijo a la policía que Jocilene había sufrido un ataque cardíaco, sin embargo, poco después confesó el crimen.
Según su declaración, encontró el veneno detrás de la estufa y puso todo el contenido en el café que le sirvió Jocilene. Luego, tiró el frasco vacío a la basura y la sacó a la calle. Los recolectores se llevaron la bolsa de residuos antes de la llegada de los efectivos policiales.
Jocilene bebió con confianza el café y después usó la misma taza para beber agua. Aproximadamente media hora después empezó a sentirse mal. La mujer fue hospitalizada y permaneció dos días en estado grave hasta que finalmente murió el 24 de enero.