El presidente Donald Trump ordenó el despliegue de tropas en la frontera con México para cerrar el paso a los inmigrantes, en coincidencia con un reforzamiento de la barrera flotante ordenada por el gobernador de Texas en el río Grande (llamado Bravo en los Estados Unidos), límite natural entre ambos países.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que Trump firmó una orden ejecutiva para el despliegue de 1500 militares. ”Esto es algo por lo que Trump hizo campaña. El pueblo estadounidense estaba esperando un momento como este, en el que el Departamento de Defensa tomó en serio la seguridad nacional. Es una prioridad número uno para el pueblo estadounidense, y el presidente ya ha cumplido”, afirmó.
Estos refuerzos se sumarán a los 2200 militares en activo y los 4500 reservistas de la Guardia Nacional de Texas que ya están desplegados en la frontera.
Leé también: El discurso expansionista de Trump: qué ocurrirá con el Canal de Panamá y cuál es su plan sobre Groenlandia
Las nuevas tropas desempeñarán funciones similares a las de los efectivos ya presentes, enfocadas en apoyar a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) con labores logísticas y administrativas. Durante su primer mandato, Trump ordenó el envío de 5200 efectivos a la frontera con México.
Este lunes, después de horas de asumir nuevamente la presidencia, Trump firmó una orden ejecutiva que instruye al Pentágono a movilizar las tropas necesarias para lograr un “control operativo completo de la frontera sur de Estados Unidos”. La orden también establece que se evaluará en los próximos 90 días la posibilidad de invocar la Ley de Insurrección de 1807, que permitiría a los militares aplicar la ley dentro del país en un rol más cercano al que actualmente desempeñan las fuerzas de seguridad.
Actualmente, los efectivos desplegados en la frontera no tienen autorización para realizar tareas policiales, como arrestar migrantes o incautar drogas.
Texas refuerza su valla flotante en el Río Grande
En tanto, Texas reforzó su valla flotante en el río Grande (Bravo) para detener la entrada de inmigrantes desde México.
La barrera no es nueva, pero desde la asunción de Trump el gobernador republicano, Greg Abbott, ordenó fortalecer el vallado.
“Texas instaló hoy más boyas en el Río Grande para detener la inmigración ilegal. Espero seguir trabajando estrechamente con el presidente Trump para proteger la frontera. ¡AMÉRICA ESTÁ DE VUELTA!”, escribió el gobernador en su cuenta de X.
La medida busca reforzar el sistema de boyas en el río y alambre de púas en distintos pasos fronterizos para ayudar al plan oficial de poner freno a la inmigración irregular prometido por Trump.
Leé también: Marco Rubio, el superhalcón hispano de Trump que acercará posiciones con América Latina e ilusiona a Milei
Así, las autoridades locales desplegaron un grupo de trabajadores en varias excavadoras y lanchas neumáticas para ampliar la barrera flotante existente cerca de Eagle Pass. Se trata de la ampliación de la sección de boyas de aproximadamente un kilómetro de extensión, que forma parte de la llamada Operación Estrella Solitaria ordenada por Abbott.
En los últimos días, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) colocaron alambres de púas en cruces estratégicos, como en el puente internacional Paso del Norte/Santa Fe, que conecta El Paso, Texas, con Ciudad Juárez, en México. También instalaron bloques de cemento.
Decenas de miles de inmigrantes aguardan del otro lado de la frontera, en una especie de limbo migratorio, después de que Trump cancelara varios programas que permitían ingresar al país para solicitar asilo político. También quedaron sin efecto programas humanitarios que también posibilitaban la entrada de un importante flujo de migrantes.