En la madrugada del 6 de julio de 2012, Skylar Neese, una adolescente estadounidense de Morgantown, en Virginia Occidental, desapareció sin dejar rastro. Si bien al principio se creyó que se había escapado de su casa, sus padres notaron que no se había llevado objetos personales como ropa, cepillo de dientes o el cargador de su teléfono.
“Algo malo le pasó”, repetían con angustia Mary y Dave Neese, los papás de la chica, mientras luchaban contra la incertidumbre y la falta de predisposición por parte de las autoridades.
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En las horas posteriores, las mejores amigas de la chica de 16 años, Shelia Eddy y Rachel Shoaf, confesaron haber estado con ella la noche anterior. Según su versión, Skylar había salido de su casa por la ventana para dar un paseo y fumar marihuana, pero la dejaron en un camino cercano antes de la medianoche.
Sin embargo, esta historia, calculada hasta el último detalle, encubría una verdad escalofriante: ambas habían planeado el asesinato de su amiga durante meses para ocultar un secreto sexual.
Una amistad que se tornó fatal
Skylar Neese nació el 10 de febrero de 1996 en Morgantown, Virginia Occidental. Fue hija única y creció en una familia unida y cariñosa. Ella era una joven sociable, responsable y dedicada a sus estudios, aunque también los complementaba con un trabajo de medio tiempo en una cafetería local.
Desde los ocho años, Shelia Eddy, una compañera de la escuela, se convirtió en su mejor amiga. La conexión entre ambas fue tan fuerte que se vestían de la misma forma y hasta llevaban el mismo peinado.
Sin embargo, al llegar a la secundaria, la relación comenzó a cambiar con la llegada de Rachel Shoaf, una adolescente que compartió con Shelia un trasfondo familiar complicado que las unió rápidamente.
Si bien las amigas intentaron mantener la apariencia de un trío inseparable, las tensiones comenzaron a hacerse evidentes y Skylar comenzó a sentirse excluida. Fue así que comenzó a expresar su frustración en las redes sociales con fuertes descargos.
“Lástima que mis amigas hagan su vida sin mí”, escribió en su cuenta de X en una ocasión. Otro día también escribió: “Eres una perra de dos caras y obviamente una estúpida si pensabas que no me enteraría”.
Lo que Skylar no sabía era que, mientras intentaba aferrarse a esa amistad, Shelia y Rachel ya planeaban su asesinato. Los problemas entre ellas se habían intensificado hasta un punto irreparable, y las dos jóvenes crearon un plan macabro para deshacerse de ella.
El crimen
El plan se concretó finalmente el 6 de julio de 2012. Shelia y Rachel reunieron cuchillos, una pala, productos de limpieza y una muda de ropa para llevar a cabo el asesinato. Esa noche, Skylar salió de su casa con la idea de que iba a pasar un rato tranquilo con sus amigas, sin imaginar lo que le esperaba.
Fue así que la llevaron a una zona de bosques en Pensilvania, a unos 50 kilómetros de sus casas. Era el lugar al que usualmente iban a fumar marihuana ya que generalmente no había gente por ahí.
Una vez en el lugar acordado, Shelia y Rachel se abalanzaron sobre ella y comenzaron a apuñalarla brutalmente. Si bien Skylar trató de defenderse, fue inútil ya que los 50 cortes que sufrió terminaron con su vida a los pocos minutos.
Después del crimen, las adolescentes de 16 y 17 años intentaron cavar un pozo para ocultar el cuerpo, pero no pudieron hacerlo. Por este motivo, optaron por dejar el cadáver bajo un árbol y lo taparon con hojas, ramas, tierra y piedras. Finalmente, se cambiaron la ropa para no despertar sospechas y volvieron a sus casas.
Al día siguiente, los padres de Skylar, Mary y Dave, alertaron que la joven no estaba en su casa y, tras no encontrar respuesta en sus amigos y familiares, decidieron hacer la denuncia por desaparición.
Durante meses, las sospechas apuntaron a Shelia y Rachel ya que ellas confesaron que pasaron la noche anterior con ella. Además, su actitud fría y contradictoria ante los interrogatorios generó dudas en los investigadores.
La presión aumentó hasta que, en enero de 2013, Rachel colapsó emocionalmente y confesó el crimen. Su testimonio llevó a las autoridades al lugar donde habían dejado el cuerpo de Skylar, aunque se tardó semanas en ser localizado debido a las condiciones climáticas.
Posteriormente, tras una larga investigación, la Policía determinó que el móvil del crimen había sido para ocultar un secreto de las mejores amigas de la víctima. Es que en el diario íntimo de la chica asesinada, había múltiples escritos sobre las experiencias sexuales de las adolescentes.
Sin embargo, fue un hecho particular el que se cree que detonó la idea de cometer el crimen. Aparentemente, el 21 de agosto de 2011, Shelia y Rachel mantuvieron relaciones sexuales frente a Skylar. Dos semanas más tarde, Neese publicó una enigmática advertencia en su cuenta de X: “Le contaré a todo el colegio la mierda que sé”. Los investigadores creen que, a partir de ese momento, las homicidas empezaron a planificar su muerte.
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En 2014, Rachel Shoaf y Shelia Eddy fueron declaradas culpables. Mientras la primera recibió una sentencia de 30 años con posibilidad de libertad a los 10 años, la última fue condenada a cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional tras 15 años.
Actualmente, ambas cumplen su condena en el Centro Correccional Lakin, en Virginia Occidental.