Cientos de fieles se congregaron este martes en torno a la iglesia de la Natividad en la localidad palestina de Belén, que se prepara para otra Navidad apagada, sin grandes festejos, a causa de la guerra en Gaza.
Por segundo año consecutivo, las autoridades locales decidieron suspender las grandes celebraciones públicas.
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En la Plaza del Pesebre no hay ni decoraciones ni el tradicional árbol de Navidad gigante, un reflejo del ánimo sombrío que reina entre sus habitantes desde que estalló la guerra entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza.
La iglesia albergará su tradicional misa a la medianoche, con la presencia del patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa. Pero la fecha estará centrada en la religión, sin el ambiente festivo que solía inundar las calles de Belén los 24 de diciembre. Se estima que hay 185.000 cristianos en Israel y 47.000 en los Territorios Palestinos.
El papa inaugura el Año Santo 2025
En tanto, en el Vaticano, el papa Francisco inaugura este martes el Año Santo 2025, el gran peregrinaje internacional para el cual se esperan más de 30 millones de fieles de todo el mundo en Roma.
En esta Nochebuena, en presencia de unas 30.000 personas y con transmisión a todo el mundo, Jorge Bergoglio abrirá la Puerta Santa de la basílica de San Pedro del Vaticano, simbolizando la inauguración de este Jubileo “ordinario “.
Después presidirá la misa de Nochebuena en la basílica de San Pedro.
Se trata de una ocasión en la que el pontífice aprovecha para llamar la atención sobre los conflictos en el mundo.
(Con información de AFP)