El caso que conmueve a Brasil sumó un dato llamativo: una de las madres confesó que aún amamanta a uno de los nenes, que ya tiene 3 años, y afirmó que cree que un “intercambio” de hijos no es viable después de tanto tiempo de convivencia.
Yasmin da Silva, madre de uno de los bebés intercambiados en el Hospital de la Mujer de Inhumas, aseguró que no está de acuerdo en un eventual intercambio de los menores y espera que la justicia plantee algún reconocimiento del vínculo socioafectivo formado hasta el momento. Todos los involucrados esperan poder seguir criando a sus hijos sin restricciones.
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“Creo que no hay forma de realizar un intercambio. Fue mucho tiempo, muchos cuidados, amamantar a mi hijo, que hoy todavía amamanto. Lo que queremos es vivir juntos como una gran familia con nuestros hijos biológicos”, dijo da Silva ante la Policía Civil
Yasmin da Silva y Cláudio Alves testificaron el martes. El lunes también fueron escuchados la madre de Yasmin, Silvânia Hilário, la madre de Isamara Mendanha, Isabel Flores, y el abogado Márcio Rocha, según consignó el diario g1 de Brasil.
Las opciones de la justicia y la palabra del hospital
Según el abogado Márcio Rocha, las familias están a la espera de una decisión preliminar para realizar pruebas de ADN que puedan confirmar el intercambio de bebés. “Aunque los rastros ya proporcionan claramente información precisa a este respecto, solo la prueba de ADN puede proporcionar la precisión necesaria. Luego de eso, las familias ya fueron orientadas e iniciaron algunos tratamientos psicológicos con profesionales del área”, explicó.
El abogado destacó que existen dos posibilidades consideradas por la Corte: determinar el intercambio o realizar cambios en los registros, reconociendo vínculos biológicos, socioafectivos o adoptivos. La decisión debe tener en cuenta el acuerdo entre las familias. “Si hay alguna disconformidad, la posibilidad de que el juez ordene el canje es muy alta”, concluyó.
El hospital involucrado emitió un comunicado donde aseguró que “en este momento, el hospital no hará comentarios hasta que se completen las investigaciones. Como el caso está bajo investigación policial y se está procesando en secreto porque involucra a menores, el hospital está legalmente impedido de proporcionar información sobre el caso a la prensa, en cumplimiento de la Ley General de Protección de Datos”.
El caso es investigado por la Policía, con base en el Estatuto del Niño y del Adolescente. Aunque los tribunales deben determinar el futuro de los niños, las familias dijeron que estaban divididas.
Cómo descubrieron el intercambio de bebés
Todo salió a la luz luego de que una de las parejas se separara. Claudio Alves, uno de los papás, no encontraba ningún parecido físico con su hijo y solicitó una prueba de ADN para comprobar la paternidad. Su exesposa, Yasmin Kessia da Silva, de 22 años, aceptó. “Si no fuera hijo de Claudio, tampoco sería mío”, dijo al sitio g1, convencida de la paternidad del niño.
El examen se realizó el 31 de octubre de 2024 y el laboratorio pidió una contraprueba. “Dijeron que la sangre de mi hijo no era compatible con la mía. Pensé que era un error. Pero llegó la contraprueba. Tenía la esperanza de que todo estaría bien, que él era mío. Luego recibimos el informe y vimos que no era nuestro”, dijo Yasmin.
La mujer recordó a la familia que estuvo allí el mismo día en que nació su hijo, ya que conocía al padre de vista, y logró contactarlos a través de un pastor. Después de que el líder religioso les contara lo sucedido, Isamara Cristina Mendanha, de 26 años, y Guilherme Luiz de Souza, de 27 años, también se hicieron una prueba de ADN con su hijo, que resultó incompatible.
“Márcio [pastor de la iglesia] vino a contarnos. Enseguida nos preguntamos qué hacer e hicimos el ADN. A partir de ahí se acabó prácticamente todo”, declaró Isamara.
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Las parejas se sometieron a pruebas que demostraron que los niños con los que viven no son sus hijos. Sin embargo, todavía no tienen pruebas de que el hijo biológico de Yasmin esté con la familia de Isamara.
Para ambas familias, el descubrimiento fue un mazazo que torció sus vidas. “Es un shock enorme. No tengo la estructura psicológica para esto. Somos solo una familia. Solo queremos paz. En este momento de tanta tristeza y dolor que estamos viviendo, lo que queremos es una solución”, dijo Claudio. “Estamos indefensos y no sé cómo vamos a hacer a partir de ahora”, afirmó el hombre.
Isamara afirmó que estuvieron tres años cuidando a un niño, y que ahora tienen otro hijo biológico. “Queremos acercarnos y, a partir de ese momento, ser una gran familia”, concluyó la madre.