El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se encuentra hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Sirio Libanés en San Pablo tras haber sido trasladado desde la ciudad de Brasilia y operado de urgencia por una hemorragia en el cerebro.
En una conferencia de prensa, el cirujano Roberto Khalil indicó que “el presidente evolucionó bien, llegó de la cirugía prácticamente despierto, fue extubado y ya se encuentra estable, habla normalmente, come y deberá estar en observación durante los próximos días”. Según los médicos, no tuvo secuelas y sus funciones neurológicas están preservadas.
Desde el Hospital, indicarno que se espera que el presidente regrese a Brasilia a principios de la próxima semana. La primera dama, Janja, acompañó a Lula en el viaje de Brasilia a San Pablo.
Lula, operado por una hemorragia en el cerebro
El mandatario fue internado luego de que un examen médico revelara una hemorragia intracraneal derivada de un accidente doméstico ocurrido el pasado 19 de octubre, informó el establecimiento sanitario en la mañana de este martes, a través de un comunicado oficial.
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El mandatario fue sometido a diversas pruebas tras quejarse de fuertes dolores de cabeza, lo que llevó a los médicos a detectar la complicación en su cerebro. Las autoridades brasileñas indicaron que su estado es estable y que se encuentra bajo estricta supervisión médica.
“La resonancia magnética mostró hemorragia intracraneal, como resultado del accidente domiciliario sufrido el 19/10. Fue trasladado al Hospital Sirio-Libanés, unidad de Sao Paulo, donde se le realizó una craneotomía para drenar el hematoma”, indicaron.
Lula deberá permanecer “algunos días” en observación
El presidente brasileño está consciente. El ministro de la Secretaría de Comunicación (Secom), Paulo Pimenta, afirmó un comunicado que Lula da Silva “permanecerá hospitalizado algunos días más”. “El procedimiento se desarrolló con absoluta normalidad, tal como estaba previsto. El presidente está hospitalizado, permanecerá hospitalizado unos días más, pero se encuentra absolutamente estable, bajo control”, indicó en redes.
Luego, en entrevista con Rádio Gaúcha, Pimenta dijo que Lula debe permanecer en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en observación durante 48 horas.
El incidente ha generado gran preocupación en el país, mientras los ciudadanos siguen atentos a los partes médicos.
Cómo fue el accidente doméstico de Lula
El 19 de octubre el presidente brasileño se cayó en el baño de la residencia presidencial de La Alvorada, se golpeó e hizo una herida en la nuca. Necesitó cinco puntos de sutura y se sometió a pruebas de imagen, que se repitieron
Según dijo el propio Lula durante una llamada telefónica con un político de su Partido de los Trabajadores, el accidente fue causado por una “tontería suya”. “Fue grave, pero no afectó a partes más delicadas”, afirmó.
“Me estoy cuidando porque cualquier cosa en la cabeza es muy fuerte (...) Los médicos dijeron que tengo que esperar por lo menos tres o cuatro días para saber qué daños causó el golpe”, agregó en aquel momento, en la conversación con Luiz Carlos Caetano, quien difundió el contenido en sus redes sociales.
Debido a ese accidente, debió cancelar su viaje a Rusia, donde iba a participar en la cumbre de los Brics. Tampoco asistió como tenía previsto a la cumbre de Naciones Unidas sobre el clima COP29 en Bakú, la capital de Azerbaiyán.
Un mes después, el 18 y 19 de noviembre, fue anfitrión de la cumbre del G20 en Río de Janeiro, donde recibió a decenas de mandatarios, entre ellos el argentino Javier Milei.
La salud de Lula da Silva
Lula, de 79 años, tiene un intenso ritmo de trabajo en el que encadena eventos oficiales, donde es común que ofrezca largos y acalorados discursos.
El mandatario habla a menudo de su buen estado de salud, señalando incluso que se siente mejor que nunca y que quiere “vivir hasta los 120 años”.
También suele publicar videos haciendo ejercicio en el entorno de la residencia presidencial.
Hace poco más de un año, en septiembre de 2023, el presidente se sometió a una artroplastia total en la cadera derecha, una cirugía para reemplazar, con una prótesis, el cartílago desgastado de esa región del cuerpo.
El exlíder sindicalista, que perdió un dedo meñique cuando trabajaba en una fábrica metalúrgica, sufre de artrosis, un desgaste en los cartílagos que revisten las articulaciones, y que puede limitar el movimiento.
En 2011, fue diagnosticado de cáncer de laringe y logró una total remisión el año siguiente, tras someterse a radioterapia y quimioterapia.