Luego de 13 años de guerra civil en Siria y de una década en la que distintos grupos rebeldes intentaron derrocar al presidente Bashar al Assad, el país experimenta otra etapa luego de que el mandatario dejara el poder. Mientras tanto, se van conociendo hechos como el hallazgo de “entre 40 y 50 cadáveres” en la prisión de Saydnaya, según el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman.
El descubrimiento se produjo durante las operaciones de rescate iniciadas tras la caída de Al Assad, explicó Abderrahman a EFE. El lugar es conocido como un centro de torturas y se cree que “la mayoría de los cuerpos eran de ejecuciones recientes”. Desde el comienzo de la crisis en Siria en 2011, en el marco de las revueltas populares de la llamada ‘Primavera Árabe’, la prisión se había convertido en el destino tanto de opositores pacíficos como de militares sospechosos de oponerse al régimen.
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Decenas de cuerpos torturados
Hasta el domingo 8 de diciembre, cuando Bashar al Assad aún tenía el poder en Siria, la prisión de Saydnaya era gestionada por la Policía Militar. Tras la toma de Damasco por parte del grupo islamista Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe) al saberse que Al Assad había dejado el país, la prisión fue una de las que se abrió en distintas ciudades para que la Defensa Civil siria, reconocida por usar cascos blancos, entrara en ellas.
En el caso de la prisión de Saydnaya, se estima que albergaba entre 10 mil y 20 mil detenidos, de acuerdo con Amnistía Internacional. Por otro lado, en un hospital cercano a Damasco se encontraron otras decenas de cuerpos con señales de tortura, según pudo saber AFP. Los cadáveres estaban en bolsas con números y, en algunos casos, con nombres. ”Abrí la puerta de la morgue con mis manos, fue una imagen espantosa: había unos 40 cadáveres apilados con horribles signos de tortura”, dijo Mohamed al Hajj, quien forma parte de una facción rebelde del sur de Siria. Hajj presentó fotos a la agencia de noticias en las que se ven cuerpos con ojos y dientes arrancados, hematomas y sangre salpicada.
Diab Serriya, cofundador de la Asociación de Detenidos y Desaparecidos de la Prisión de Saydnaya (ADMSP), dijo a AFP que los cadáveres podrían ser presos de esa cárcel. ”Los cuerpos eran enviados (al hospital) desde Saydnaya o del Hospital Tishrin, y de Harasta eran transferidos a fosas comunes”, agregó. Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, al menos 60.000 personas murieron bajo tortura o debido a las condiciones en los centros de detención.
A estas imágenes se suman los videos de cientos de sirios regresando al país por la ruta. Bashar al Assad heredó el poder de su papá, Háfez al-Ásad. Tras 53 años en el gobierno y la guerra civil de la última década, se estima que al menos 12 millones de sirios habrían emigrado. De acuerdo con información de medios rusos, que citan al Kremlin, Bashar Al Assad y su familia están asilados en Moscú.