En 2005, toda la sociedad chilena se estremeció al conocer los atroces crímenes que Hugo Bustamante Pérez, un hombre de 40 años nacido en la comuna de Quilpué, había cometido contra su expareja y su hijastro de 9 años. Es que el homicida escondió los cuerpos dentro de un tambor y los mantuvo en el living de su casa por varios días, aunque luego terminó enterrándolos en el jardín. “Se pasaba por enfrente y se sentía el olor”, relató una vecina en ese entonces.
Los investigadores descubrieron que los cadáveres de Verónica Vásquez y Eugenio Honorato estaban atados de manos y pies, y sumergidos en agua, yeso y cal. Una vez que la Policía lo detuvo, Bustamante confesó con frialdad lo que había hecho y reveló el móvil del crimen: su exnovia no había querido compartir con él una pequeña suma de dinero y eso lo enfureció.
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El Asesino del Tambor, el apodo que se ganó por su modus operandi, fue condenado a 27 años de prisión. Este fue su segundo paso por la cárcel, ya que en 1998 había caído preso por robo y otros delitos menores.
El caso de Ámbar Cornejo
En 2016, la Justicia de Chile le otorgó el beneficio a Bustamante de salir de la cárcel con libertad condicional, por lo que volvió a vivir en su casa en la localidad de Villa Alemana, en la Región de Valparaíso. Allí, conoció a Denisse Llanos, una mujer con quien empezó una relación amorosa. Durante cuatro años, el homicida chileno se mantuvo con un perfil bajo hasta mediados de julio de 2020 cuando se convirtió en el principal sospechoso de la desaparición de Ámbar Cornejo, la hija adolescente de Llanos.
El cuerpo de la chica fue encontrado el 6 de agosto en la casa que su mamá compartía con Bustamante en ese momento. Su cadáver estaba oculto bajo un piso de madera, que estaba pintado de color rojo. Posteriormente, la investigación estableció la hipótesis de que el día en que Ámbar desapareció, ella ingresó a la casa de la pareja para retirar un monto de dinero que le pertenecía y nunca volvió.
Con el correr de los días, esta teoría se fortaleció y la Policía apuntó directamente contra Denisse Llanos y Hugo Bustamante como los autores del homicidio, por lo que ambos fueron detenidos.
En el juicio, se reveló que el “asesino del tambor” había realizado una serie de búsquedas en Internet sobre métodos de tortura, antes de pedirle a Cornejo que pase por su casa para darle la plata correspondiente a la cuota alimentaria. En cuanto la menor llegó al lugar, Bustamante golpeó a la adolescente de 16 años, la abusó sexualmente y luego la mató. Después de ello, enterró el cuerpo con ayuda de Llanos debajo del piso de su casa. La Justicia los encontró culpables del femicidio de Ámbar y se los condenó a cadena perpetua.
La confesión que develó nuevos crímenes
Desde el 2020, la periodista chilena Ivonne Toro se encontraba trabajando en un libro sobre el caso de Ámbar Cornejo. Para eso, lo entrevistó en seis ocasiones en la cárcel de Rancagua, en donde permanece hasta el día de hoy.
Durante su tercer encuentro, Bustamante, que ya había entrado en confianza con la mujer, le hizo a Toro una inesperada afirmación. “Le tengo un regalo... sobre su pregunta, anote: Isabel Hinojosa y su hijo, Eduardo Páez”. La periodista salió de ese encuentro sin saber a qué se refería el homicida, pero en cuanto comenzó a investigar, descubrió que eran dos personas que estaban desaparecidas hace 30 años.
Después de meses, el “asesino del tambor” terminó confesando los crímenes el 6 de junio de este año y dijo haberlos enterrado en el patio de su casa en Villa Alemana. Esto movilizó a los efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) al lugar, en donde se realizaron excavaciones para poder comprobar los dichos de Bustamante.
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Efectivamente, tras un intenso operativo que requirió maquinaria pesada, se encontraron los cuerpos de dos personas adultas, un hombre y una mujer que habrían sido asesinados hace aproximadamente 30 años. Ambos cadáveres estaban enterrados metros más abajo donde, en 2020, se hallaron los restos de Ámbar Cornejo.
Por el momento, Bustamante no fue imputado por estos dos últimos casos, ya que la investigación al respecto aún continúa. Sin embargo, se estima que este antecedente revelado sea suficiente para que no vuelva a salir en libertad.
