Donald Trump hizo este miércoles un regreso triunfal a Washington. El flamante presidente electo de los Estados Unidos fue recibido por el mandatario saliente, Joe Biden, en la Oficina Oval de la Casa Blanca, en el inicio de lo que se espera sea una transición suave del poder. Poco antes, en una reunión con dirigentes republicanos, dejó abierta la posibilidad de presentarse para un nuevo mandato, prohibido por la Constitución estadounidense.
“Haremos cuanto podamos para asegurarnos de que tiene todo lo que necesita. Donald, felicitaciones”, afirmó Biden al darle la mano a Trump.
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El ganador de las elecciones del 5 de noviembre le respondió con diplomacia: “La política es dura, y en muchos casos no es un mundo muy agradable. Hoy es un mundo agradable y lo aprecio mucho”, opinó Trump. Además, aseguró que la transición entre ellos será “lo más fluida posible”.
Trump asumirá la presidencia el 20 de enero próximo.
Cómo fue el comienzo de la transición
La reunión fue incómoda para los dos. Después de las acusaciones cruzadas que se lanzaron durante la primera parte de la campaña, hasta la renuncia de Biden a sus ambiciones de reelección, ambos dejaron de lado los rencores y dieron un paso formal que el propio Trump le negó a Biden antes de dejar el poder en 2021.
Melania Trump, la esposa del futuro presidente, se ausentó sin dar una razón, pero le deseó a su marido “un gran éxito”.
El magnate aterrizó en Washington poco antes de las 09: 30 locales. Lo primero que hizo fue hablar con un grupo de republicanos, ante los que mencionó la hipótesis de volver a presentarse como candidato a la Casa Blanca, algo prohibido por la Constitución estadounidense. ”Sospecho que no volveré a presentarme a menos que digan: ‘Es bueno, tenemos que contemplar otra cosa’”, les dijo.
Además de la reunión en la Casa Blanca, Trump visitó el Capitolio, donde en enero de 2021 una turba de sus simpatizantes irrumpió en un intento por impedir que se certificara la victoria de Biden. Allí, su partido le arrebató el control del Senado a los demócratas y se encamina a mantener la mayoría en la Cámara de Representantes mientras espera el conteo definitivo.
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La invitación de Biden restablece una tradición que Trump rompió cuando perdió las elecciones de 2020, negándose a sentarse con él e incluso a asistir a la investidura.
El expresidente Barack Obama recibió a Trump en la Casa Blanca cuando el magnate ganó las elecciones de 2016.
La reunión en la Casa Blanca entre un presidente y un presidente electo es una parte tradicional del traspaso pacífico de poder.
Biden insiste en que hará todo lo posible para que la transición a la próxima administración de Trump sea fluida. Eso a pesar de haber pasado más de un año haciendo campaña para la reelección y denunciando a Trump como una amenaza para la democracia y los valores fundamentales de la nación. Biden luego se retiró de la carrera en julio y respaldó a la vicepresidenta Kamala Harris para que lo sucediera.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que Biden está comprometido a “asegurar que esta transición sea efectiva, eficiente y lo está haciendo porque es la norma, sí, pero también lo correcto para el pueblo estadounidense”.
“Queremos que esto salga bien”, agregó Jean-Pierre. “Queremos que este sea un proceso que haga el trabajo”.
(Con información de AFP y AP)
