Cada noche a las 21, “De Corpo e Alma” (De cuerpo y alma, traducido del portugués) se convertía en una de las novelas más vistas de la televisión brasileña. Mucho de ello tenía que ver con la participación de Daniella Pérez, una actriz de 22 años que se había ganado al público gracias a su carisma y su talento para interpretar al personaje principal, Yasmin.
En la ficción, compartía pantalla con Guilherme de Pádua, quien encarnaba a Bira, un hombre con el que mantenía un romance en la historia y del cual, en un determinado momento, se iba a separar. Nadie se imaginó que, a fines de diciembre de 1992, cuando la tira ya llevaba cinco meses siendo un éxito, Daniella iba a ser asesinada por su coprotagonista.
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El caso conmocionó a la sociedad brasileña y marcó la historia televisiva del país, ya que la madre de la víctima, Gloria Pérez, se trataba de la autora de la telenovela y tuvo que continuar escribiendo la ficción hasta el final, a pesar del macabro crimen que cometieron contra su hija.
El crimen
Daniella Ferrante Pérez nació el 11 de agosto de 1970 en Río de Janeiro, y fue la primera hija de la reconocida guionista y productora de novelas, Gloria Pérez, quien llegó a ganar un premio Emmy Internacional por su trabajo. De esta manera, al crecer en un ambiente artístico, la joven siempre quiso seguir los pasos de su mamá, por lo que se profesionalizó en el mundo de la danza y más tarde, en el de la actuación.
Fue así cómo comenzó a trabajar en las ficciones que su madre llevaba a la pantalla chica y cómo logró obtener un papel importante en la tira que la llevaría a lo más alto del éxito, “De Corpo e Alma”. En la trama, Daniella interpretaba a Yasmin, una chica que tenía un romance con Bira, personaje que fue encarnado por el actor Guilherme de Pádua, de 27 años.
El 28 de diciembre de 1992, Pérez y De Pádua grabaron sus últimas escenas juntos, en donde se ponía fin a su relación amorosa. Algunos testigos del set de filmación afirmaron que Guilherme terminó sus líneas al borde del llanto y que le suplicó a Daniella que convenciera a su madre para que pueda seguir en la ficción. Otros dijeron que él intentó seducirla, pero como ella estaba casada, lo rechazó inmediatamente.
Horas más tarde, el cuerpo de la joven actriz fue encontrado en un arbusto de un descampado de Barra da Tijuca, con múltiples puñaladas en varias partes de su cuerpo. La prensa anunció la tragedia al día siguiente y todo el país quedó en shock tras el macabro asesinato.
Si bien al principio se rumoreaba que el crimen de Daniella Pérez podría tener algún tipo de vínculo con un ritual satánico, debido a cómo fueron infligidas las heridas, esta teoría fue perdiendo fuerza con el tiempo. Más tarde, la autopsia reveló que la artista sufrió 18 puñaladas, 4 en el cuello, 6 en el pulmón y 8 en el corazón.
Una pista clave para dar con los responsables fue la que otorgó un hombre que circulaba por la zona en donde ocurrió el homicidio. Este testigo dijo haber visto dos autos estacionados en una zona poco transitada y creyó que se trataba de un asalto. Por eso, anotó las patentes para denunciarlo a la Policía, aunque, antes de abandonar el lugar, llegó a ver a un hombre y a una mujer.
Con la información de los vehículos, los investigadores descubrieron que uno de ellos pertenecía al padre de una chica de 23 años llamada Paula Thomaz, esposa de Guilherme de Pádua. Sin embargo, eso no fue lo más extraño que encontraron, ya que también dieron cuenta de que la patente había sido alterada con cinta.
Este detalle llevó a los policías a indagar a los dos sospechosos, pero en un giro sorpresivo, el actor de 27 años terminó confesando el crimen. Según esta primera versión, Daniella lo acosaba constantemente para que tengan relaciones sexuales en el set de grabación. Supuestamente, ante la negativa de él, ella amenazó con matar a su esposa -Paula- si no accedía al acuerdo. Por eso, De Pádua afirmó que había cometido el homicidio “en defensa propia” y que su mujer no había tenido nada que ver.
Ambos fueron detenidos el 31 de diciembre de 1992 y permanecieron así durante cinco años hasta que se realizó el juicio. Thomaz, por su parte, también confesó que estuvo presente al momento del hecho, pero negó haber estado involucrada. En ese momento, ella atravesaba un embarazo de cuatro meses.
En los años siguientes, varias teorías circularon sobre lo que había sucedido, pero entre las más difundidas, se hablaba de un “crimen pasional” y se responsabilizaba, en cierto punto, a la víctima. Sin embargo, en 1997, la fiscalía dio a conocer la reconstrucción de los hechos.
En esta línea, en la noche del 28 de diciembre, Guilherme y Daniella terminaron de grabar sus últimas escenas y ambos se sacaron fotos con los fans a la salida del estudio. Luego de ello, el actor siguió a su coprotagonista en su propio auto, donde Paula había permanecido escondida toda la tarde.
En un momento, cuando Pérez se detuvo en una estación de servicio, fue interceptada por De Pádua, quien la golpeó brutalmente y la subió al asiento trasero de su vehículo. Él, por su parte, manejó el auto de la víctima hasta un descampado, mientras que su cómplice lo siguió.
A pesar de que Guilherme dijo en su primera declaración que él había cometido el asesinato, durante el juicio acusó a Paula de haberlo hecho. De acuerdo a esta nueva versión, él había mantenido una relación amorosa con la actriz con la intención de conseguir un beneficio en su carrera artística. Sin embargo, su esposa estaba celosa de ello y no creía que solo se trataba de un falso romance.
Por este motivo, De Pádua llevó a Daniella para que hablaran a un lugar tranquilo en Barra da Tijuca, pero en un “ataque de celos”, Thomaz la apuñaló varias veces con unas tijeras. La Justicia desestimó esta declaración luego de que se comprobara, a través de la autopsia, que Pérez fue atacada con un puñal de doble filo.
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Finalmente, el 25 de enero de 1997, Guilherme de Pádua y Paula Thomaz fueron declarados culpables por el delito de “homicidio calificado” y ambos fueron condenados a 19 y 18 años de cárcel respectivamente.
A pesar de la cobertura mediática y la indignación de los fanáticos de la joven actriz, un juez autorizó la salida de ambos en 1999, es decir que pasaron menos de siete años tras las rejas. Entre los argumentos para otorgar este beneficio, se destacaba que los dos se habían convertido en padres en 1993, mientras aún esperaban el juicio, y por haber demostrado “buen comportamiento”.
En 2017, el homicida de Daniella se convirtió en un pastor evangélico y se abrió un canal en Youtube para hablar sobre religión y política, principalmente para expresar su apoyo al expresidente brasileño Jair Bolsonaro. En 2022, Guilherme de Pádua murió de un infarto en la ciudad de Belo Horizonte a la edad de 53 años.