Una abuela fue testigo de un macabro hallazgo en el patio de la casa de su nieta. Tras salir al jardín con su perro, el animal empezó a cavar y desenterró el cadáver de un recién nacido. La policía inspeccionó el terreno y descubrieron el cuerpo de un segundo bebé, que ya llevaba un año enterrado.
El impactante caso ocurrió en Italia, precisamente en un pueblo llamado Traversetolo. Los vecinos están conmocionados por la situación, ya que según su propio relato, la joven de 23 años identificada como Chiara Petrolini y acusada de doble homicidio era una “estudiante universitaria modelo” y activa en la iglesia local.
Leé también: Pedidos de perdón y excusas: los escalofriantes testimonios de los acusados de violar a una mujer inconsciente
La joven tenía un viaje planeado a Nueva York con sus padres para el pasado 9 de agosto. Como la casa quedaría sola, la abuela se ofreció a visitarla con frecuencia y revisar que todo estuviese bien. Así fue como unas horas después de que la familia se fuera al aeropuerto, la mujer fue a la vivienda junto a su perro.
Sin embargo, nunca imagino de lo que sería testigo esa misma tarde. Resulta que cuando abrió la puerta del patio para que su mascota disfrute de la naturaleza, el animal se dirigió directamente hacia un lugar puntual y comenzó a cavar. La señora no le prestó demasiada atención, ya que hacer pozos es una conducta habitual en los perros. Pero en un momento, el animal descubrió algo que la dejó completamente impactada.
El perro había desenterrado el cadáver de un recién nacido. Al darse cuenta, la mujer, horrorizada, dio aviso a la policía. En cuestión de minutos los agentes llegaron al lugar e inspeccionaron el terreno. Para sorpresa de todos, encontraron un segundo cuerpo de otro bebé enterrado en el patio.
Según las pericias, el primer cadáver encontrado había sido enterrado hacía dos días. Los efectivos policiales confirmaron que al momento de ser sepultado, estaba con vida. Mientras que el segundo llevaba un año ya en el jardín de la casa de la joven estudiante.
Leé también: Un joven sufrió un golpe en la cabeza y se le empezó a salir parte del cerebro por la nariz
El análisis de ADN realizado al recién nacido fallecido el pasado 7 de agosto, arrojó como resultado un dato macabro: era el hijo biológico de Chiara Petrolini. Hasta el momento no se han podido realizar las pruebas al segundo cadáver, pero una de las hipótesis sostiene que pudo haber sido también hijo de la acusada.
Las pericias realizadas a los dispositivos electrónicos de la acusada, indicaron que la estudiante había buscado “cómo abortar” en internet días antes del crimen. “Nadie -excepto ella- sabía del embarazo: ni los familiares, ni el padre de la niña, ni los amigos”, sostuvo el fiscal Alfonso D’Avino en un comunicado.
De acuerdo a la información que dieron las autoridades, durante la gestación la joven no visitó a ningún profesional, es decir, que su embarazo no fue seguido ni por un médico de familia, ni por un ginecólogo. Ahora, la policía trata de averiguar cómo fue posible que la joven mantenga oculto durante tanto tiempo el embarazo, o los embarazos, en el peor de los casos.
