Carlos Veiga Filho, un profesor de teatro de 61 años, fue detenido en junio de este año en la localidad braisleña de Hortolandia por violar a una persona vulnerable. Desde entonces, fue acusado de haber cometido una serie de abusos sexuales en los años 1990 contra antiguos alumnos de una escuela tradicional de San Pablo.
En los últimos días, una veintena de víctimas denunciaron a medios locales que los abusos se remontaban a la década de los 90 y que ocurrían durante “rituales místicos” que organizaba el docente.
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En diálogo con el canal Globo, exalumnos aseguraron que Veiga Filho organizaba campamentos de estudiantes y, durante estos eventos, llevaba a varios chicos a lo que llamaba un “ritual”, en el que los niños debían desnudarse y untarse el cuerpo con pintura. Luego les sacaba fotos supuestamente para “ver su energía vital”.
Según los informes, las víctimas tenían 12, 13 y 14 años. En algunos casos, les tocaba los genitales para “medirles la energía vital” o “limpiar sus chakras”. “Con esta excusa, se quedaba con sus manos sobre nosotros por un largo rato” denunció un exalumno, ahora de 34 años.
En una oportunidad, el docente durmió con él haciendo. “Decía que era otra forma de transmitirnos energía”, contó la víctima.
Veiga Filho les exigía luego a los chicos guardar secreto sobre los rituales que se regían bajo el lema “amistad, lealtad y honor”.
Los abusos habrían ocurrido en la escuela Libere Vivere y también en el colegio Río Branco, donde Veiga Filho dio clases entre 1986 y 2003, cuando fue despedido.
Otro exalumno, que pidió no ser identificado, aseguró que Veiga guardaba en su casa un libro con las fotografías de chicos desnudos en su casa. “Vi innumerables niños desnudos de diferentes generaciones”, afirmó. Este exalumno también acusó a Veiga de abusar sexualmente de él y de otros estudiantes.
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El año pasado, tres estudiantes de la escuela privada Libere Vivere denunciaron a Veiga a la dirección de la institución, que se puso en contacto con la policía. Por estos hechos, está acusado de abusar de tres chicos de 12, 13 y 14 años y de producir imágenes de abusos.
El abogado del sospechoso, Jhonatan Wilke, afirmó que su cliente negó los abusos. “Nunca cometió ningún delito durante su carrera de más de 30 años como docente. Solo brindó asistencia a los estudiantes que enfrentaban momentos difíciles con sus familias. De este modo se declara inocente de todos los cargos”, dijo Wilke a Folha de Sao Paulo.
También según el abogado, Veiga Filho habría limpiado los chakras de los adolescentes, sin connotaciones sexuales. “Por lo tanto, su mano se acercó a la espalda y al pecho de las víctimas (sin tocar)”, afirmó.
El colegio Rio Branco creó un canal especial para recibir denuncias de exalumnos. “Compartimos el sentimiento colectivo de repulsión por cualquier conducta de esta naturaleza y reafirmamos nuestro compromiso con la formación, desarrollo e integridad de toda nuestra comunidad”, indicaron.
