La ilusión sobre un cambio de gobierno se transformó en expresiones de bronca y tensión, este lunes, en la embajada de Venezuela en Buenos Aires, donde hubo disturbios. Los incidentes ocurrieron luego de que la Junta Electoral declarara ganador a Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de Venezuela.
Jóvenes venezolanos atacaron a pedradas la embajada y efectivos de la Policía de la Ciudad arrojaron gas pimienta para disuadir a los manifestantes, que aguardaban el triunfo del candidato opositor Edmundo González Urrutia.
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Los venezolanos en la embajada en Buenos Aires gritaban “fraude, fraude”, y se enfrentaban duramente con la policía. “Yo quería volver a Venezuela”, se lamentó una mujer que se encontraba allí.
Otra persona que se encontraba ahí habló con TN: “Las actas demuestran la victoria de Edmundo González, es un momento muy duro. Vamos a seguir hasta el final, llamamos a la calma porque se vienen días difíciles, pero va a prevalecer la paz, la democracia y el Estado de derecho en Venezuela. Exigimos y le pedimos a la comunidad internacional que no convalide el fraude de Nicolás Maduro. Es un fraude lo que se acaba de cometer, el presidente electo es Edmundo González”.
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Todo sucedió después de que el Consejo Electoral de Venezuela informara que Maduro ganó con el 51,2%. El presidente del organismo dijo que se relevó el 80% de las mesas y la participación fue del 59%. Habló de una tendencia “contundente e irreversible”.
Minutos más tarde, Maduro habló después de que el Consejo Nacional Electoral informara que había ganado y aseguró: “Triunfó la voz de la paz. No podrán con la dignidad del pueblo venezolano. El sistema electoral tiene un altísimo nivel de fidelidad. Pido respeto a la Constitución, a los poderes públicos y la vida soberana de Venezuela, respeto a la voluntad popular”.
Otro momento de tensión se vivió cuando en medio de los disturbios y el estallido de bronca de los manifestantes apareció un hombre con una máscara del presidente brasilero Lula da Silva. Tras algunos empujones y momentos de tensión, finalmente lograron convencerlo para que se vaya.