Es una de las pocas fotografías oficiales que pasaron el filtro de la férrea censura en las que Vladimir Putin esboza alguna emoción. No sonríe, pero luce contento. Se lo ve manejando un auto, con las manos en el volante y un gesto que transparente alegría. A su lado, en el asiento del acompañante, está el gobernante norcoreano, Kim Jong-un, más acostumbrado a mostrar los dientes en las imágenes de la propaganda oficial.
El auto recorre las calles de Pyongyang. La foto fue divulgada por la agencia de noticias gubernamental de Corea del Norte KNCA. Fue tomada el 20 de junio durante la visita oficial del presidente ruso al país asiático, devenido en uno de sus principales aliados en tiempos de guerra.
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Putin y Kim se necesitan hoy más que nunca. Tanto es así que Rusia está dispuesto a ayudar a Corea del Norte en todo lo que requiera, ya sea en cuestiones militares, nucleares o alimentarias. Incluso está dispuesta a defenderla en caso de agresión externa. A cambio, necesita más armas para pelear en Ucrania.
Crece la preocupación de la OTAN por la alianza entre Moscú y Pyongyang
El viaje de Putin en junio a Corea del Norte sentó las bases de una alianza indivisible. Corea del Norte es uno de los pocos países en los que el líder del Kremlin puede viajar sin temor a ser arrestado por mandato de la Corte Penal Internacional (CPI), que lo acusa de cometer crímenes de guerra.
La alianza se selló en la capital norcoreana. “No se trata únicamente de un vínculo militar, aunque es muy importante. De hecho, el tratado de ayuda mutua en caso de ataque externo entre ambos países supera con creces los acuerdos en tiempos de la URSS. Pero además de esa relación militar, se ha profundizado un acuerdo en varios ámbitos, como ciencia, tecnología, educación, cultura y deporte. Esto ya ha empezado a funcionar”, dijo a TN el delegado especial para el Comité de Relaciones Culturales con Países Extranjeros de Corea del Norte, el español Alejandro Cao de Benós, conocido por ser el primer representante occidental de Pyongyang.
La OTAN, férrea aliada militar de Kiev, afirma que Rusia necesita las armas de Irán y Corea del Norte para mantener el ritmo de la guerra en Ucrania. Pero aun así, la alianza atlántica, según una importante fuente citada por la prensa estadounidense durante la cumbre que se reunió en Washington esta semana, está convencida de que Moscú necesitará todavía más ayuda militar para sostener su ofensiva en el frente.
China, más allá de su alineamiento con el Kremlin, no ha enviado armamento letal a Rusia. Al menos, la OTAN no lo ha detectado. Pero la alianza atlántica está segura de que Beijing le suministra a Moscú piezas esenciales para sus drones, misiles y la industria de defensa en general. Con esos componentes, los rusos “pueden fabricar misiles, bombas, aviones y armas. China está ayudando” a Moscú en el conflicto, acusó su secretario general, Jens Stoltenberg.
Pero no solo China está en la mira. Pyongyang se ha convertido hoy en un centro clave para la industria militar rusa tras la alianza ruso-norcoreana pactada en junio.
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“La invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 ha hecho que Putin dependa de Kim Jong-un para obtener proyectiles de artillería”, dijo a TN el académico estadounidense Sung-Yoon Lee, especializado en Estudios Coreanos e investigador asociado en el Korea Institute de la Universidad de Harvard.
Según afirmó, en su cumbre de Pyongyang, Putin y Kim “hicieron alarde de su floreciente ´bromance´ (por ´brother´ -hermano, en inglés- y ´romance´). Se burlaron de Occidente con declaraciones abiertas sobre el fortalecimiento de la cooperación mutua en materia de seguridad y se deleitaron en burlar el derecho internacional al hablar de tecnología satelital y transferencia de energía, así como de una mayor afluencia de la ´diplomacia entre pueblos´. En ese marco, más trabajadores migrantes norcoreanos se dirigieron a Rusia y turistas rusos a Corea del Norte, todo bajo la rúbrica de amistad y cooperación mutuas frente al malvado imperialismo estadounidense”, ironizó.
Cómo es el acuerdo entre Rusia y Corea del Norte
Corea del Norte es uno de los países más aislados del mundo, bajo un férreo régimen comunista. Vive en un enfrentamiento perenne con su vecino y enemigo, Corea del Sur, respaldado militarmente por Estados Unidos. Sus amenazas nucleares, sustentadas en lanzamientos periódicos de cohetes hacia el Mar del Japón, mantienen la tensión elevada en el área.
En ese escenario, Kim necesitaba sellar una férrea alianza militar con Rusia que le asegure la participación directa de Moscú en caso de agresión externa.
Para Sung-Yoon Lee, “Corea del Norte tiene un amplio suministro de municiones convencionales, así como vidas humanas prescindibles. Rusia tiene abundantes suministros de tecnología militar avanzada, combustible y cereales. Es posible que, con el tiempo, Putin solicite a Kim soldados de combate para el frente en Ucrania, además de trabajadores convencionales, a cambio de tecnología militar ´pacífica´, como lanzamientos de satélites y submarinos de propulsión nuclear”, señaló.
El tratado de seguridad firmado por Putin y Kim, según el experto, “exige una intervención militar automática (en su Artículo 4) en caso de que el Estado socio sea atacado por un tercer país. Dado que la acción habla más que un papel firmado, queda por ver si Putin cumplirá su promesa en caso de que Corea del Norte inicie una guerra contra Corea del Sur. Stalin fue tacaño durante la Guerra de Corea (1950-53) y consideró que dejar a China estancada allí era útil para la URSS en términos de mantener a Estados Unidos también estancado en el este de Asia mientras el bloque soviético se fortalecía a largo plazo”.
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“Hoy, Rusia y Corea del Norte aceleraron su colusión en tecnología militar mientras dan a entender que no hay límites para su asociación militar moderna. En otras palabras, Putin y Kim, a través de declaraciones, eventos y lenguaje corporal, intentaron sembrar las semillas de una ansiedad persistente en Washington, Corea del Sur, Japón e incluso en China”, resumió.
Campamentos de verano
Pero el acuerdo va más allá de lo meramente militar. También incluye la organización de “campamentos de verano” para niños rusos en Corea del Norte. De hecho, según The Moscow Times, ilegalizado por el Kremlin, dijo que la organización juvenil patriótica rusa “Movimiento de los Pioneros” ya envió escolares a Corea del Norte para un campamento de verano
“Una delegación de jóvenes acaba de visitar Corea del Norte. Ellos tienen el campamento de Songdowon, nosotros tenemos el de Artek, Orlenok, Smena y Okean. Estamos planeando intercambios de niños”, dijo el presidente del grupo, Grigory Gurov, a medios estatales rusos.
El primer viaje al campamento de verano de Songdowon está previsto del 24 de julio al 2 de agosto.
La organización, creada en 2022 a instancias de Putin, está inspirada en el movimiento juvenil de la era soviética “Jóvenes Pioneros”. Su objetivo es moldear la visión del mundo de los niños “sobre la base de los valores espirituales y morales tradicionales rusos”. La última horneada de esa visión se dará en tierra norcoreana.