Donald Trump necesitaba a James David Vance, más conocido como JD Vance. Su flamante compañero de fórmula republicano es un emergente y popular senador de Ohio, de 39 años, que conoce muy bien el Middle West estadounidense, una región clave para ganar las elecciones del 5 de noviembre.
La elección no fue casual. Vance le ganó la pulseada al senador cubano-estadounidense de la Florida Marco Rubio. Allí el triunfo republicano parece asegurado. En cambio, en la zona del medio oeste, en especial en Michigan, Wisconsin y Pensilvania, el llamado “muro azul” demócrata, Trump necesita un plus. Para el magnate neoyorquino, ese “extra” para garantizar su triunfo se llama JD Vance.
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“Es un académico de origen humilde, graduado en derecho de la prestigiosa Universidad de Yale, exmarine que peleó en Irak y un exitoso escritor. Vance le da un balance al carácter explosivo de Trump por su perfil catedrático. Es alguien con muchas relaciones en el Senado y que conoce muy bien el Middle West”, dijo a TN el analista estadounidense Luis Alvarado.
Tras el atentado, Donald Trump pasa a la ofensiva
Trump no quiere perder el tiempo. El frustrado atentado del sábado en un acto en Pensilvania, en el que una bala le rozó la oreja, impulsó aún más su favoritismo para volver a la Casa Blanca contra un rival débil como Joe Biden, cada vez más presionado para bajar su candidatura por sus visibles lagunas y titubeos. Incluso, Vance es católico como Biden.
Si algo le faltaba a Trump para apuntalar su candidatura, es la mística del sobreviviente que le dio el ataque fallido. La imagen que lo muestra con la cara ensangrentaba y el puño en alto, mientras llama a la lucha cuando es retirado de la tarima, será hasta las elecciones de noviembre el mayor símbolo de la campaña. Pero sus asesores no quieren dejar nada librado al azar.
La convención republicana, iniciada este lunes en Milwaukee, es solo el punto de inicio de una campaña que dio un giro de 180 grados tras el atentado. Vance viene solo a balancear un poco la fórmula.
Por un lado, la explosividad de Trump. Por otro, el perfil académico de un joven dirigente republicano que más allá de eso es considerado un duro. Su apoyo al cierre de la frontera con México para frenar la inmigración ilegal es solo una muestra de su ideario político.
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“Vance tiene muy buenas relaciones con los demás senadores republicanos. Va a ser de gran influencia para decidir quién será el nuevo líder del partido en el Senado”, dijo Alvarado.
Para el analista, la elección de Vance se recuesta en la necesidad que tiene Trump en levantar su respaldo en la zona del Middle West estadounidense. “Conoce muy bien la cultura de la región. Y allí el magnate necesita ayuda”, indicó.
Una relación que empezó muy mal
Pero como en toda relación que involucre al expresidente, el vínculo entre ambos comenzó mal. “En un principio, Vance utilizó un lenguaje negativo contra Trump”, recordó el analista.
“No puedo soportar a Trump. Temo que esté llevando a la clase trabajadora blanca a un lugar muy oscuro”, llegó a afirmar el senador en una entrevista con la radio pública NPR en 2016. Años después se disculpó y consideró esas declaraciones como “un error”.
La relación se compuso en los últimos tiempos, a tal nivel que el expresidente le perdonó que el actual senador de Ohio tenga barba, algo que le molesta especialmente. Es vox populi que el magnate odia el vello facial.
“Es un joven Abraham Lincoln. Hasta la barba le queda bien”, dijo Trump cuando entendió que lo necesita de su lado. “En el mundo de Donald Trump todos tienen que odiarlo primero”, resumió Alvarado.