Más de 900 fieles musulmanes murieron por una ola de calor extremo en la tradicional peregrinación a la Meca, en Arabia Saudita. La temperatura superó los 51 grados. La mayoría de los muertos son egipcios.
Decenas de familiares de desaparecidos recorrían este miércoles los hospitales sauditas en un intento desesperado por encontrar a sus seres queridos.
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El peregrinaje, conocido como “hach”, es uno de los cinco pilares del islam. Se trata de una obligación religiosa que todo musulmán debe cumplir al menos una vez en la vida, siempre que cuente con las posibilidades económicas y físicas.
“Todas las muertes se debieron al calor”, dijo un diplomático.
El hach atrajo este año a cerca de 1,8 millones de peregrinos, de los cuales 1,6 millones eran extranjeros, según las autoridades sauditas. En el hach del año pasado murieron al menos 240 peregrinos, en su mayoría de Indonesia.
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Las redes sociales están llenas de fotos de personas desaparecidas y solicitudes de información. Un estudio saudita publicado en mayo señala que las temperaturas en los lugares donde se llevan a cabo los rituales aumentan 0,4 °C cada diez años.
Decenas de miles de peregrinos tratan de hacer el recorrido por caminos irregulares, ya que no pueden pagar los costosos permisos oficiales.
