Robert Kennedy ya sabía que lo iban a asesinar, como a su hermano John Fitzgerald Kennedy en Dallas, casi cinco años antes. “Acabo de ver al tipo que me va a matar”, les dijo a sus custodios pocas horas antes de que le dispararan con un revólver calibre 22 en la cocina de un hotel en Los Ángeles, recién empezado el 5 de junio de 1968; murió al día siguiente.
El abogado Robert Francis Kennedy –nacido el 20 de noviembre de 1925 en Brookline, Massachusetts- ya había sido fiscal general de los Estados Unidos durante la presidencia de su hermano JFK y era senador por Nueva York desde el 3 de enero de 1965.
Robert Kennedy y su carrera frustrada a la presidencia
Recién a comienzos de marzo del fatídico año 1968, Bobby Kennedy –como todos lo conocían- había decidido participar de la interna demócrata frente al presidente Lyndon Johnson y el senador por Minnesota Eugene McCarthy. Sin embargo, a fines de ese mes, el presidente Johnson, casi derrotado en la Guerra de Vietnam, aseguró que no iría por la reelección y le dejó el camino más disponible.
“No lo hago para combatir personas, sino para poner en marcha nuevas ideas”, había dicho Bobby Kennedy. El rival del candidato republicano sería, con toda seguridad, el republicano Richard Nixon, quien finalmente resultaría elegido como el 37° presidente de Estados Unidos.
Las últimas horas del candidato
El senador estaba alojado en el Hotel Ambassador de Los Ángeles desde finales de mayo, ya que las primarias en California serían fundamentales para su carrera a la presidencia. El candidato había disfrutado de una recepción en la casa de playa del director de cine John Frankenheimer con algunas estrellas de Hollywood como Warren Beatty y Shirley McLaine.
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Y el mismo día de la primaria, el 4 de junio, repitió su visita, e incluso surfeó en el mar. A la tarde volvió al hotel para encontrarse con su esposa Ethel, embarazada de su undécimo hijo, y se cruzó en el lobby del hotel con tres agentes de la CIA que eran anti-Castro y tenían su sede habitual en Miami: David Morales, Gordon Campbell y George Joannides. “Acabo de ver al tipo que me va a matar”, les dijo a sus custodios.
Sin embargo, fue el inmigrante palestino de ascendencia jordana Sirhan Bishara Sirhan, quien poco después de la medianoche, en los primeros minutos del 5 de junio, le disparó al candidato con un revólver calibre 22 en la cocina del Hotel Ambassador.
Hasta allí lo habían llevado sus custodios después de que, por la noche, el candidato saludara junto a su mujer a la multitud que había llegado al hotel para felicitarlo por su victoria en la elección. Entre tanta gente que había, el matrimonio quedó separado y Ethel salvó milagrosamente su vida, pero Bobby se sumó a la maldición del Clan Kennedy.
Sirhan Bishara Sirhan estaba mezclado con otras muchas personas en la cocina, a solamente 60 centímetros de Robert Kennedy, por lo cual cuatro de sus disparos impactaron directamente en su cuerpo, pero también hirieron a otras cinco personas. El senador fue llevado al Hospital del Buen Samaritano, donde a sus 42 años murió 26 horas después, el 6 de junio.
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El inmigrante palestino fue apresado esa misma noche, enviado a prisión, enjuiciado y condenado a muerte por el crimen de Robert Kennedy. Sin embargo, entonces todos sabían que, como había ocurrido con Lee Harvey Oswald y su hermano John Fitzgerald Kennedy, no se trataba del ideólogo del asesinato.