Carlos Slim puede sentarse en la misma mesa de Elon Musk, Jeff Bezos, Warren Buffet y Bill Gates. Es que el mexicano, empresario principalmente de las telecomunicaciones, posee la octava fortuna mundial según la estimación de Forbes en 2023. El dueño de Telmex, entre otras empresas, acuña un patrimonio de 93 billones de dólares y es el único latinoamericano dentro del top 10.
Además de las telecomunicaciones, sus negocios son muy amplios y también invirtió dinero en otra de sus pasiones: el deporte. Slim triunfó en el fútbol de clubes, cosechando éxitos con los equipos en los que tuvo participación, sin embargo, perdió con su propia selección.
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Dentro del fútbol mexicano, el empresario que el 28 de enero cumplió 84 años tuvo sus momentos de gloria al frente de Pumas de la UNAM. Cuando adquirió parte del paquete accionario del equipo, consiguió dos campeonatos al hilo tras imponerse en el Apertura y Clausura 2004. El éxito fue replicado en 2012 cuando compró el 30% del Grupo Pachuca, lo que le permitió inferir en los Tuzos y en el Club León.
Con León ganó otro bicampeonato en las temporadas 2013 y 2014. Sin embargo, en 2017 sorprendió a todos al vender su participación en el Grupo Pachuca para jugarse otro pleno: el intento por televisar en Estados Unidos los partidos de la selección mexicana, algo que pertenecía a los emporios mediáticos Televisa y TV Azteca.
El multimillonario fracasó en su intento de adquirir los derechos de transmisión. Tiempo atrás, cuando se renegoció los contratos para la televisación del Tri (como llaman a la selección mexicana), Carlos Slim presentó su oferta y no pudo ganarle a los históricos como Televisa y TV Azteca, incluso a pesar de haber lanzado una propuesta económica más atractiva.
Lo ocurrido fue revelado recientemente por Andrés Fassi. El argentino, propietario del Grupo Pachuca, admitió en una entrevista cuál era el problema del combinado nacional: “El problema no pasa por el Piojo Herrera o por (Guillermo) Almada. Los culpables somos los dirigentes y los dueños del futbol mexicano, porque seguimos anteponiendo intereses personales, como lo son las televisoras”.
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“Imagínate que hace unos años fuimos a una votación para que ingresaran a la Federación Mexicana de Futbol 230 millones de dólares. Había dos opciones: que ingresaran 230 millones o que ingresaran 120 millones, y ganó la de 120 millones. Imagínate si habrá intereses. Nos tenemos que sacar la careta”, agregó el también presidente de Talleres.
Carlos Slim podrá hacer un nuevo intento por cumplir su objetivo
Muchas versiones circularon sobre la oferta a lo largo de 2017, periodo donde se discutió los derechos de televisación para el Mundial de Rusia 2018, Qatar 2022 y México, Estados Unidos y Canadá 2026. Lo cierto es que Fassi, uno de los que debió decidir sobre la disputa entre NBC – Telemundo, las empresas que presentaron la propuesta conjunta a Slim, y TV Azteca y Televisa.
Los dos gigantes de la telecomunicación en México poseían los derechos desde 2010. Doce equipos aceptaron la oferta de Televisa y TV Azteca dentro de la comisión que se formó para discutirlo, mientras que otros cuatro prefirieron la de Carlos Slim –Pachuca, Monterrey, Tigres y Lobos BUAP-. Con la derrota consumada, deberá esperar a otro periodo.
La versión oficial dicta que las televisoras dueñas de los derechos tenían una cláusula de renovación automática, algo que no existiría para 2026. De esa forma, luego del Mundial que tendrá lugar también en México, además de en Canadá y Estados Unidos, Carlos Slim podrá hacer un nuevo intento por cumplir uno de sus mayores objetivos en el mundo del fútbol.
Por lo pronto, Slim mantiene con Telmex el fuerte impulso en la carrera de Sergio Checo Pérez en la Fórmula 1, que lo tiene como uno de los pilotos en la escudería Red Bull, la más poderosa de la categoría que mantiene su dominio hegemónico desde 2021, con Max Verstappen como figura excluyente.
