En un nuevo gesto de respaldo bilateral, el Senado de Francia aprobó esta semana una resolución en apoyo a la integridad territorial de Armenia, propuso sanciones contra Azerbaiyán y exigió garantías para el regreso de la población armenia que dejó Nagorno Karabaj tras la última guerra de septiembre.
“El senado francés condena enérgicamente el ataque militar llevado a cabo por Azerbaiyán con el apoyo de sus aliados los días 19 y 20 de septiembre de 2023, que provocó la expulsión de casi toda la población armenia que vivía allí”, detalla la resolución adoptada con 336 votos a favor y uno en contra.
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Además, los parlamentarios consideraron que “respetar el derecho de los pueblos a la autodeterminación, que se extiende a la población armenia de Nagorno Karabaj, es el único camino posible para una paz estable entre Azerbaiyán y Armenia”.
El Consejo Nacional Armenio Mundial celebró la resolución de Senado de Francia. “La adopción de esta resolución forma parte de las recientes y amplias medidas para la protección de los intereses armenios en Europa y especialmente en Francia, una parte importante de las cuales se está promoviendo actualmente a través de la plataforma ‘Europeos por Artsaj’”, expresaron en un comunicado.
Francia es uno de los países europeos que más se acercó a Armenia en el último tiempo. Inclusive en octubre la excanciller francesa Catherine Colonna visitó la capital Ereván y anunció el envío de suministro de material militar para que “pueda defenderse”, declaró quien era jefa de la diplomacia del país europeo.
Las consecuencias de la última guerra
El 19 de septiembre de 2023 Azerbaiyán lanzó una ofensiva militar para tomar el control total de Nagorno Karabaj, una pequeña región por la que mantiene una histórica disputa con Armenia. Esa medida fue el último capítulo, hasta el momento, de un conflicto que lleva siglos.
La capacidad militar de Azerbaiyán, que cuenta con el apoyo de Turquía, fue ampliamente superior a la de Armenia y le permitió tomar el control de la región en apenas dos días.
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Más de 100.000 armenios abandonaron Nagorno Karabaj en medio de denuncias de acoso y ataques por parte del ejército azerí. Hasta ese momento en la región vivían unas 120.000 personas de etnia armenia.
El enclave Nagorno Karabaj es foco de tensión desde que Armenia y Azerbaiyán ingresaron a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1922. Al año el comité central soviético le entregó el control de esos territorios a las autoridades azeríes, que lo mantuvieron hasta la primera guerra en la región en 1988.
A medida que la URSS empezó a entrar en declive, la mayoría armenia en Nagorno Karabaj conformó un grupo independentista que buscó liberarse del control de Azerbaiyán. Armenia apoyó este movimiento y lo ganó. Ese primer conflicto bélico dejó un saldo de casi 40.000 muertos. En aquel momento el territorio pasó a estar bajo dominio armenio hasta la guerra de 2020.