El Salvador dejó de ser el país que era hasta hace pocos años atrás cuando las calles estaban regadas de sangre por la guerra entre pandillas y la tasa de criminalidad era de las más altas del mundo. Su presidente, Nayib Bukele, aplicó desde su asunción un modelo de mano dura que despierta críticas y elogios, pero que logró bajar la delincuencia de manera drástica.
“Nuestra guerra contra el terrorismo terminará cuando el último pandillero esté detenido”, asegura Gustavo Villatoro, el influyente ministro de Justicia y Seguridad, a TN durante una entrevista exclusiva en el muy vigilado ministerio que preside y que está ubicado en el corazón de San Salvador, la capital.
Leé también: TN en el barrio más peligroso de El Salvador: así funciona el polémico método de Bukele contra la delincuencia
Esta guerra declarada del gobierno salvadoreño hizo que más de 73.000 pandilleros estén tras las rejas, pero también despertó una ola de denuncias de organizaciones de derechos humanos por supuestas detenciones arbitrarias y violaciones a los derechos básicos de los presos. En El Salvador rige desde marzo del año pasado un estado de excepción que, abiertamente, suprime ciertas garantías básicas.
- ¿Cuál es la situación de la inseguridad y la violencia hoy en El Salvador?
- El Salvador ha implementado una transformación en materia de seguridad pública que era algo que esperábamos como sociedad desde 1992 cuando se firmó la paz de aquella guerra interna que tuvimos. Pasamos más de 30 años esperando vivir en un país seguro, tuvimos más muertos post guerra por esta organización terrorista que cogobernaba con las administraciones anteriores. Causaron más de 120.000 muertes, con cifras deshonrosas como el país más violento del mundo en 2015 con más de 106 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Recibimos en 2019 un país con el 97% de impunidad.
- ¿Qué índices oficiales tienen en la actualidad?
- En el primer quinquenio del gobierno de Bukele vamos a tener la capacidad de revertir la situación de seguridad. En el 2021 ya cerramos el año con 18,1 homicidios por cada 100.000 habitantes. El impacto de haber activado la guerra contra las pandillas a finales de marzo del año pasado nos generó nueve meses de una actividad frontal contra estos grupos terroristas
- ¿Y para este año qué proyecciones tienen?
- Al cierre de junio indicaban que estamos en 2,3 cada 100.000 habitantes. Básicamente esto nos coloca como el país más seguro de América.
- Ministro, ¿puede explicar en qué consiste el estado de excepción y por qué lo aplicaron?
- El estado de excepción naturalmente nos da herramientas que tienen otros países de primer mundo para poder combatir el terrorismo como la detención por 15 días, que de lo contrario serían solo 72 horas. ¿Te imaginas administrando más de 1500 detenciones diarias con la posibilidad de contar solo con 72 horas para presentar los casos ante los tribunales? Hemos tenido un bisturí para que todos los derechos que se suprimen por el régimen de excepción recaigan única y exclusivamente sobre nuestros objetivos terroristas, no sobre la población. No es como intentan instalar esos seres perversos de que interferimos comunicaciones o de que no se pueden reunir.
Leé también: Polémica en El Salvador: permitirán realizar juicios masivos de pandilleros sin presentar pruebas individuales
- ¿Cómo pueden asegurar que identifican con precisión a los delincuentes?
- Supimos aprovechar los últimos 20 años de fracasos de la justicia salvadoreña para ir documentando y fichando a cada uno de esos terroristas que entraban y salían del sistema judicial.
- ¿A cuántos identificaron?
- Cuando activamos la guerra teníamos 76.800 objetivos para capturar. Ahora llevamos más de 72.300 detenciones. Para alcanzar el objetivo se necesita de este estado de excepción, hasta tanto la Constitución no nos permita tener leyes secundarias del estilo que tienen países de primer mundo para combatir a los terroristas de ellos.
- Ministro, hay múltiples denuncias de organismos y asociaciones de derechos humanos por el accionar del gobierno bajo el paraguas del estado de excepción.
- Es irónico que todos ellos estén enamorados de los criminales. Digo irónico porque lo que nosotros hemos hecho bajo el mando del presidente Nayib Bukele es mover el centro de gravedad de los derechos humanos que, en muchos países del mundo, y en América Latina en particular, están sobre los derechos de los criminales. Nosotros los movimos y lo pusimos sobre la sociedad. Eso es lo que incomoda a estos organismos internacionales, que son los que le hablaron al oído a los últimos seis presidentes y que estuvieron dictando las políticas públicas en materia de seguridad mientras seguían corriendo los ríos de sangre.
- Pero tienen testimonios y cifras para sostener sus denuncias…
- ¿Qué negocio les estamos quitando? Porque ellos seguramente vivían de los ríos de sangre y de los políticos anteriores. Esta guerra terminará cuando capturemos al último pandillero identificado en territorio salvadoreño.
Leé también: Drástica medida del presidente de El Salvador: cercó una provincia con militares para capturar pandilleros
- En el último tiempo en la Argentina ciertos grupos han pedido implementar políticas de seguridad similares a las de El Salvador, ¿qué les diría a las autoridades argentinas o aquellos que buscan llevarla adelante?
- Si hay algo rescatable es la valentía, pero sobre todo el haber enarbolado sobre nuestra independencia las labores a realizar en materia de seguridad pública. Todos los gobernantes que quieran aplicar algo parecido, es decir mover el centro de gravedad de los derechos humanos sobre los criminales y ponerlos sobre la mayoría, van a tener mucha resistencia de parte de algunos gobiernos que financian a estas organizaciones internacionales.
- ¿No hay riesgos sobre la democracia? Como algunos grupos denuncian.
- La verdadera democracia no es la que te enseñaron a ti o a mí que era simplemente ir los domingos y elegir a nuestro presidente. Lo que nosotros estamos haciendo con Bukele es demostrar la verdadera democracia. No es posible que escuchas a 6.3 millones de salvadoreños y te dedicas a hacer lo que te dicen estas organizaciones que defienden criminales. La verdadera democracia es hacer lo que el pueblo demanda, y si el pueblo demanda seguridad, tú como gobernante tienes que hacer todo lo que sea necesario para resolver el problema de inseguridad.
“Qué policía del mundo captura sólo a inocentes, ninguna”
- Ministro, ¿usted afirma que no hay ninguna violación a los derechos humanos ni a los derechos básicos en, por ejemplo, la cárcel del Cecot?
- Recuérdate que hay una disminución de los derechos humanos, están privados de libertad. Pero solo te pongo un ejemplo: qué pasaría si esta declaración de guerra en contra de los terroristas lo hubiese hecho cualquier país de primer mundo. Tendría miles de muertos contra pocos detenidos vivos. ¿De qué nos están acusando? Cuál es la violación si incluso a los terroristas que han matado a nuestros policías y a nuestros soldados han sido capturados vivos. Tenemos 72.300 terroristas capturados vivos y muchos de ellos con capacidad de fuego.
- ¿Confirma que no hay inocentes detenidos?
- Qué policía del mundo captura solo culpables, dame un ejemplo. No hay. Para eso se crea y tenemos los balances de poder: la actividad policial se supervisa por parte de la fiscalía, al tiempo que la actividad de la fiscalía y la policía es supervisada por el órgano judicial. De esos 72.300 detenidos ya salieron 7000. Revisa tú las estadísticas de cualquier país de primer mundo sobre los que ellos capturan y a cuántos condenan del 100%. En realidad, sólo condenan al 70% y un 30% sale en libertad.
- Pero muchas veces esos países no tienen las mismas denuncias que pesan sobre El Salvador…
- Todo lo que hemos venido haciendo está radicado en nuestra Constitución y en nuestra ley. Ojo, esta guerra en contra de las pandillas no es una guerra de forajidos contra forajidos, es una guerra que se hace desde una institucionalidad donde se respetan los derechos.