Charlotte Squibbs, de 38 años oriunda de Rochdale, Reino Unido, volvía a su casa de unas vacaciones cuando notó que su hijo Tommy, de tres años, tenía unas manchas en el cuerpo. Al principio, pensó que se trataba de un sarpullido provocado por el calor que hacía en su viaje a Francia. Sin embargo, el diagnóstico sería mucho peor de lo que esperaba.
Con el paso de los días, los pequeños “granos” en el cuerpo del nene se tornaron de color morado y formaron moretones en los brazos, las piernas, la espalda y la cara. En ese momento, la madre y su marido, Daniel, decidieron llevarlo a un hospital de urgencia.
Leé también: Tiene el síndrome de la bella durmiente y puede dormir durante semanas: “Tengo miedo de irme a la cama”
Además de los hematomas, otros síntomas que Tommy sufría eran fatiga y piel pálida, por lo que, al principio, los médicos pensaron que se trataba de una infección viral.
“Estando allí le hicieron análisis de sangre y esto de por sí fue muy traumático, ya que sus venas eran difíciles de localizar. Pensé que los moretones se debían a lo rudo que es con sus hermanos, pero estaba totalmente equivocada”, contó Charlotte en diálogo con The Sun.
Después de obtener los resultados, la familia recibió la peor noticia: su hijo tenía leucemia. “Me sentí conmocionada y molesta, ya que no teníamos idea de qué esperar; no podíamos evitar temer lo peor. Estoy absolutamente desconsolada porque nuestro pequeño tenga que pasar por esto y desearía que pudiéramos intercambiar lugares”, dijo la mujer.
Los padres contaron que Tommy tiene síndrome de down, por lo cual tiene menos tolerancia a la quimioterapia, así que tuvieron que hacerle una transfusión de sangre y plaquetas. También confesaron que la situación es extremadamente angustiante ya que el nene no tiene habilidades verbales y no puede comunicarse.
Leé también: Veía borroso, el médico le dijo que era migraña y después le dieron el peor diagnóstico: “Tengo cáncer”
Actualmente, el chico está bajo tratamiento y, tanto Charlotte como Daniel, cuentan su historia para evitar que a otros les pase lo mismo y crear conciencia sobre las señales a las cuales hay que prestar atención.
“A cualquier otro padre que esté pasando por esto, los insto a que mantengan una actitud positiva, tomen cada día como viene, acepten cualquier ayuda ofrecida y se cuiden. Debes ser fuerte para tu hijo y estar ahí cuando te necesite”.