Una garra gigante, similar a la de las máquinas de peluches, se hunde en la basura. Cuando se levanta lo que cuelgan no son llamativos muñecos sino retazos de ropa, envases y una masa amarronada indescifrable. Esos residuos alimentarán un incinerador gigante, que calentará el agua de una caldera y el vapor moverá turbina para producir electricidad.
Este sistema, llamado waste to energy (residuo a energía) se da en la planta de tratamiento de residuos de la ciudad de Sharjah, en Emiratos Árabes Unidos, de la empresa de capitales públicos y privados BEEAH.
Entran dos camiones con 20 toneladas de basura por hora. Se hace con los residuos que previamente no pudieron ser separados para reciclar ni recuperarse. Por año, este proceso alcanza para dar energía a 28 mil hogares.
“Estamos lidiando con el problema de la basura que no puede reciclarse, estamos generando energía limpia y también ganancias. Porque vendemos la electricidad que producimos. Es un proyecto comercialmente muy viable y esto generó inversiones”, sintetizó a TN la ingeniera senior de la planta, Nouf Jamal.
Según contó Jamal, la empresa participa de todo el proceso y la ciudad está 100% involucrada. Ellos proporcionan los tachos para la separación de residuos en el hogar, luego tienen los camiones que los recogen y los traen a la planta. Allí hay 7 galpones en donde se hace la separación y recuperación. Lo que no puede salvarse, va al incinerador.
Todo el operativo está montado sobre un basural que está en proceso de encofrado y donde luego se montará una planta de energía solar. Así, más allá de la generación de energía limpia, se reducirá drásticamente la emisión de metano que produce el basural.
La quema de basura tiene dos desperdicios o subproductos: la ceniza que queda después del proceso de incineración y las emisiones que se producen por el proceso de incineración.
La empresa está trabajando en ambas cosas: las cenizas están en proceso de empezar a comercializarse como un elemento para la construcción o en la elaboración de cemento. Para las emisiones se buscará un mecanismo de captura de carbono.
El proyecto de la planta de Sharjah está enmarcado en una serie de inversiones que la estatal Masdar hace en renovables. El objetivo de Emiratos Árabes Unidos es lograr la carbono neutralidad en 2050.