Si bien fue descubierto en 1897, el Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado (SIBO) estuvo en boca de todos durante este último año. A raíz de que muchas modelos e influencers compartieran cómo padecen esta enfermedad, las redes sociales se llenaron de preguntas al respecto.
A partir de la mayor conciencia que se adquirió al respecto y el debate que se produjo, muchas personas comenzaron a testificar que creen padecerlo pero es importante destacar que esta afección médica debe ser diagnosticada y tratada por profesionales de la salud.
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¿Qué es el SIBO?
Es una afección que consiste en un aumento anormal en la cantidad de bacterias que se presentan en el intestino delgado, el cual normalmente debería tener una cantidad baja. Con el tiempo se fueron alcanzando avances en su investigación, lo cual permitió mayor conocimiento y comprensión sobre sus causas y efectos en el organismo.
Dentro de los problemas que puede provocar esta condición se encuentran una serie de síntomas gastrointestinales y problemas digestivos. Puede generar hinchazón, gases, fatiga, dolor abdominal, reflujo y vómitos, además de dificultar la absorción de nutrientes, especialmente de grasas y carbohidratos.
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Algunos de los factores a los que está asociado son la disminución en la producción de ácidos gástricos y los altos niveles de estrés. También se puede originar debido a una insuficiencia biliar, la cual suele estar relacionada con el incremento de la edad, la obesidad y una dieta alta en grasas. En caso de padecer trastornos que afectan al sistema inmunológico, la susceptibilidad al SIBO puede aumentar.
Si bien se lo suele confundir con el Síndrome del Intestino Irritable (SII), son condiciones distintas. El SII tiene síntomas parecidos y se estima que el 87% de sus pacientes también tienen SIBO.
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Tratamientos naturales que ayudan a controlarlo
1. Dieta baja en FODMAPs: Consiste en la reducción de consumo de carbohidratos fermentables como trigo, frijoles, ajo y cebollas. La eliminación temporal de estos alimentos ayuda a disminuir la carga bacteriana y aliviar los síntomas.
2. Ayuno intermitente: El ayuno intermitente permite un “descanso” para el sistema digestivo. Puede mejorar la motilidad intestinal y promover el equilibrio de la microbiota intestinal.
3. Suplementos herbales: Hierbas como el ajo, comino negro y canela pueden tener propiedades antimicrobianas que ayudan a controlar el crecimiento bacteriano en el intestino delgado.
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4. Suplementos de aceites esenciales: Aceites como el de menta, orégano y semillas de pomelo pueden ayudar a detener el crecimiento bacteriano en el intestino delgado.
5. Probióticos: Los probióticos pueden ayudar a restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal y aliviar los síntomas.
6. Enzimas digestivas: Suplementos de enzimas digestivas pueden mejorar la descomposición de alimentos y la absorción de nutrientes.
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7. Aceite de coco: El aceite de coco tiene propiedades antimicrobianas y puede ayudar a controlar el crecimiento bacteriano en el intestino delgado.
Estos tratamientos naturales pueden servir para complementar el tratamiento convencional del SIBO, el cual suele incluir el uso de fármacos antibióticos. Su efectividad varía según cada persona y siempre deben usarse con precaución y bajo la supervisión de profesionales de la salud.
