La turística ciudad de Marrakech se despertó el sábado en estado de shock tras el violento terremoto que la sacudió en la noche del viernes y que dejó al menos 2800 muertos, según fuentes oficiales.
Entre los cientos de afectados que debieron resguardarse de los destrozos, se encontraban varios argentinos. Una de ellas fue Fátima, que se radicó en el Reino de Marruecos hace varios años para montar una empresa de turismo.
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Cuando comenzaron los temblores en Marrakech, la mujer recibía turistas. En diálogo con Clarín, contó: “Estaba con un grupo que venía de México. La chicas entraron al riad (un patio tradicional marroquí en el interior de lo edificios) y sintieron el temblor”.
“En ese momento hubo una desesperación y todos comenzaron a correr por todos lados. Luego apareció un polvo terrible que impedía ver con claridad por dónde caminábamos. Por suerte, las compañeras que venían con grupo estamos todos bien”.
De acuerdo al reporte del Ministerio de Interior marroquí, hasta el momento se registraron 2862 víctimas fatales, aunque continúan las búsquedas. “Las consecuencias del terremoto dejaron muertos en una decena de provincias, pero las más afectadas son Al Haouz, -al sur de Marrakech y cercana al epicentro-, con 1604 fallecidos, seguida de Taroudant, con 976 víctimas”, informó la agencia EFE.
Según expresó Fátima, “la gente quedó asustada” tras el brutal terremoto que sacudió todo Marruecos. “Hay que tomar las cosas con calma. Lamentar y nada más, porque no hay nada que hacer. Ahora estamos afuera de la zona de peligro. Nos estamos yendo a la capital marroquí ahora para estar a salvo”, indicó.
Las imágenes que se viralizaron muestran verdaderas escenas de pánico en distintas ciudades del país, con personas que corrían por las calles y casas derrumbadas.
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El sismo tuvo lugar alrededor de las 19.30 (hora Argentina) alcanzando 10 kilómetros de profundidad, lo que produjo grandes daños materiales. También afectó a varios países como España, Portugal y Argelia.
En diálogo con el programa de TN Solo una vuelta más, Imane Dryef, diplomática en la ciudad expresó: “Nos asustamos mucho. Realmente nos sorprendió”. Y agregó: “La gente salió a la calle para estar en lugares donde se sienten seguros”.
