A los 91 años y tras estar virtualmente retirado de la actividad pública, Raúl Castro vuelve a dominar hoy la escena política de Cuba con una reaparición inesperada que algunos consideran un intento de apaciguar las luchas internas en las más altas esferas del poder.
Las señales se acumulan. Pero un hecho simbólico en especial llamó la atención de la disidencia interna. El hermano menor de Fidel Castro lideró el 5 de marzo la delegación oficial que viajó a Caracas para participar de los actos conmemorativos por el décimo aniversario de la muerte de Hugo Chávez. Las fotos oficiales lo muestran siempre al lado de Nicolás Maduro y acompañado por otros líderes de la izquierda regional. Mientras tanto, el presidente Miguel Díaz-Canel se quedó en La Habana.
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Raúl Castro está retirado desde 2021, cuando dejó el cargo de primer secretario del Partido Comunista de Cuba. Tres años antes se despidió de la presidencia del país, que había ejercido desde julio de 2006 tras el retiro de su hermano por problemas de salud. Desde entonces, sus apariciones eran esporádicas.
Pero algo cambió. No solo por su viaje a Venezuela. Raúl, como lo conocen todos los cubanos, es hoy candidato a diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular en las elecciones del 26 de marzo. El 3 de junio cumplirá 92 años.
“En mi opinión, y la de otros cubanos con los que he hablado del tema, esto es síntoma de posibles fracturas internas”, dijo a TN el dramaturgo cubano Yunior García, uno de los impulsores de las protestas que sacudieron la isla el 11 y 12 julio de 2021 y hoy exiliado en España.
Crisis, migración y la inesperada muerte de un sucesor
Cuba atraviesa una grave crisis social y económica. Los cubanos aseguran que es incluso peor que la vivida en los años 90 tras el colapso de la entonces Unión Soviética. Fidel Castro bautizó entonces la emergencia como “período especial”. La pandemia y la agudización del bloqueo durante el gobierno de Donald Trump agravaron la crisis.
Hoy en la isla falta de todo, las colas en las tiendas para adquirir productos básicos son interminables y la migración rompe récords. La nueva vía migratoria comienza ahora en Nicaragua, uno de los pocos países que no exige visas a los cubanos. Cada migrante paga 8000 dólares en promedio para un peligroso viaje que con suerte termina en Estados Unidos.
El retiro de Raúl Castro provocó algunos cimbronazos internos por reacomodamientos de poder. Díaz-Canel asumió la presidencia, pero se trata de un dirigente que carece de carisma y respaldo popular.
Pero hubo un hecho que desató fuertes luchas internas, a juicio de fuentes de la oposición cubana: la muerte el 1° de julio de 2022 del general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, uno de los militares más poderosos de la Revolución y que dirigía una corporación estatal que controla la economía de la isla. De bajo perfil, tenía 62 años y había estado casado con Déborah Castro, hija del mismísimo Raúl Castro.
Desde su despacho, lideraba el Grupo de Administración Empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Gaesa), el ala militar que controla desde hoteles, estaciones de servicio, empresas constructoras, tiendas minoristas, aduanas y hasta el cambio de divisas en la isla. La BBC lo llegó a bautizar el “zar militar” de la economía y el hombre que llevaba “el control en secreto” de las finanzas de la isla.
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López-Calleja era considerado la mano derecha del clan Castro en el gobierno. Antes de su muerte se había anunciado su candidatura a diputado, lo que llevó a muchos a especular con una promisoria carrera política para prepararlo para una sucesión presidencial. También había sido elegido miembro del Buró Político, el más poderoso grupo de ministros y funcionarios del omnipotente Partido Comunista de Cuba. Su fallecimiento trastocó todos los planes.
La muerte de López Callejas desató una lucha de poder: el contrapeso de la figura de Raúl Castro
Yunior García cree que su muerte desató una lucha interna. “La errática gestión del gobierno, la crisis y las negociaciones con Estados Unidos, han dividido a los grupos de poder (militares-empresarios, burócratas y clanes familiares). Raúl es el único con autoridad suficiente para evitar que se lancen unos sobre otros. Y la muerte de López-Callejas potenció todo eso”, consideró.
En ese sentido, dijo que la muerte de López-Calleja “desató ambiciones y aspiraciones. No todos en la nomenclatura gozan de los mismos privilegios. El hombre fuerte de Raúl parece ser el primer ministro Manuel Marrero. Díaz-Canel es prescindible y lo sabe. Y la Seguridad del Estado debe tener mucha información sensible sobre todos ellos”, afirmó.
En ese contexto, la figura de Raúl vuelve a sobresalir en la isla. Su figura aparece cada vez más seguido en el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista. Allí se publican sus discursos y hasta se recuerda su pasada lucha guerrillera con artículos y fotos de su juventud. Con casi 92 años, su figura es fundamental para la golpeada Revolución cubana.
“La muerte de Raúl (a diferencia de la de Fidel) dejaría un vacío de autoridad notable”, resumió García.