Sin grandes estridencias ni actos masivos propios de la cultura chavista, el gobierno de Nicolás Maduro organizó una serie de eventos conmemorativos oficiales por el décimo aniversario de la muerte de Hugo Chávez que se cumple este domingo.
Lejos de las movilizaciones multitudinarias de principios de la revolución bolivariana, un grupo reducido de líderes regionales amigos llegó a Caracas. En esa lista figuran los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega; de Bolivia, Luis Arce y de Honduras, Xiomara Castro; y los exmandatarios de Cuba, Raúl Castro; de Bolivia, Evo Morales; de Ecuador, Rafael Correa, y de Honduras, Manuel Zelaya.
Se trata de eventos oficiales, pero no populares, lo que pone en duda la capacidad de movilización del “chavismo”. Maduro, el heredero que gobierna el país tras la muerte del caudillo, ha preferido mantener la figura de su mentor en un segundo plano en esta última década.
Leé también: Guerra contras las maras en El Salvador: paz en las calles, 65.000 detenidos y denuncias por graves abusos
“Así ha quedado Chávez en estos años. Maduro se presentaba siempre como su hijo. Pero eso ha cambiado. El chavismo quiere mantenerse y perpetuarse en el poder y Maduro busca tener su peso específico”, dijo a TN el analista e investigador venezolano Andrés Cañizalez, director de la asociación civil Medianálisis.
¿Cuál es el lugar de Hugo Chávez en la era de Nicolás Maduro?
Hoy la figura del caudillo venezolano, fallecido de cáncer el 5 de marzo de 2013, no es omnipresente en la propaganda oficial como sí lo es la de Fidel Castro en Cuba.
“Es un aniversario que ha quedado bastante en segundo plano”, más allá de los actos oficiales, opinó Cañizalez.
Maduro organizó varios eventos conmemorativos, como un concierto en honor al caudillo, un encuentro sobre la “Vigencia del Pensamiento Bolivariano del Comandante Chávez en el Siglo XXI”, una reunión con los Movimientos de los Pueblos de Nuestra América y el lanzamiento del libro “La Venezuela de Chávez y el mundo de hoy”. También su familia lo recordó en una ceremonia en el Cuartel de la Montaña, el emblemático fuerte militar de Caracas, donde descansan los restos del exmandatario.
“Eterno es quien vive en el corazón y en el alma del Pueblo. Chávez no es un recuerdo lejano, es presencia viva, tu grandeza es la medida de lo que aspiramos ser, estás y estarás guiándonos siempre con tu amor infinito”, afirmó el presidente en un tuit acompañado de un video conmemorativo.
Leé también: Elly Schlein, la nueva líder de la oposición italiana que desafía al establishment e incomoda a los radicales
En su diálogo con TN, Cañizalez dijo que “el país que gobierna Maduro poco tiene que ver con el país que heredó de Chávez. Maduro lo heredó con una crisis que se estaba incubando, pero le tocó a él que le estallara de mil maneras. A Maduro se lo asocia más con esta crisis” social y económica que dejó más de 6 millones de emigrados, afirmó.
Para el analista, Maduro quiere ser reelecto en las elecciones de 2024 en medio de un fuerte debate en la oposición por la transparencia de las elecciones y la elección del candidato que desafiará al chavismo. En ese contexto, a Maduro “no le conviene entonces que una figura fallecida lo eclipse, lo opaque” dentro de su propio movimiento. “Eso me parece algo clave”, enfatizó.
Sectores populares “antimaduristas” se apropian de la figura de Hugo Chávez
Maduro tiene hoy un enorme rechazo en la sociedad, incluso en sectores populares que catapultaron a Chávez al poder. La figura del caudillo sigue presente en las barriadas más humildes que lo llevaron al gobierno en 1998. “En muchas casas populares se ve una foto de Chávez junto a la de un santo y velas. Esto ha ocurrido sin que el gobierno de Maduro lo promueva. Es una reapropiación simbólica de la figura de Chávez por parte de sectores populares” que se oponen al gobierno, afirmó el analista.
Cañizalez observó de cerca este fenómeno desde su programa de radio de la cadena “Fe y Alegría” que se retransmite desde hace una década en pequeñas emisoras de la Iglesia Católica en ciudades medianas y pueblos de fontera.
“Los comentarios de la gente pasaron de ser pro-chavistas a ser abiertamente anti-maduristas. Es la misma gente. El mensaje es denunciar el hambre y los salarios y pensiones que no alcanzan para nada y manifestar la decepción con lo que está haciendo Maduro y esa misma gente lo contrapone a Chávez”, señaló.
En ese marco, este décimo aniversario ha coincidido con un nuevo fenómeno político. “Se ha despertado una oposición de izquierda al chavismo desde el Partido Comunista de Venezuela. Fue socio de Chávez y ahora llama al gobierno de Maduro de neoliberal. Es gente que fue aliada de Chávez pero no de Maduro. Tiene un peso más simbólico que real, pero es algo interesante”, concluyó.
