Keenan Anderson, primo de la cofundadora de Black lives Matter Patrisse Cullors, murió luego de un operativo policial en el que la policía de Los Ángeles lo inmovilizó en medio de la calle utilizando una pistola taser en varias oportunidades. Todo quedó filmado por la cámara que portaba uno de los policías.
Las autoridades publicaron el pasado miércoles el video del episodio ocurrido en Venice, California, que muestra como varios policías detienen a Anderson luego de un accidente de tránsito. Mientras lo inmovilizaban, el joven gritó: “Por favor, señor, por favor no haga esto. Ayúdeme por favor. Están tratando de matarme”. El policía, que parecía conocerlo, respondió: “Keenan, relájate”.
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“Detente o te electrocuto”, dijo reiteradas veces uno de los policías, a lo que la víctima volvió a inisistir: “Están tratando de matarme”. A los pocos segundos, uno de los agentes puso el codo en el cuello de Anderson, mientras el otro decía: “Para ahora o te electrocuto. Date la vuelta o te electrocuto”. El policía que llevaba la cámara, observó la maniobra de su colega y advirtió: “Cuidado, cuidado con el codo, compañero”.
Anderson, visiblemente nervioso mientras los policías lo reducían físicamente, exclamó: “¡Están tratando de hacerme George Floyd!”, gritó mientras los policías lo reducían físicamente. El joven afroamericano hacía referencia al hombre de Minneapolis que fue asesinado por el policía Derek Chauvin en mayo de 2020, un caso que reavivó el movimiento Black Lives Matter, que había creado su prima en 2020.
Luego de advertirle en varias oportunidades, el policía que graba la escena le dijo “voy a usar la taser” y la utilizó en dos oportunidades. Uno de los disparos duró casi 30 segundos ininterrumpidos. “No te resistas”, le repitieron constantemente, hasta que el hombre quedó inmovilizado.
El departamento de policía informó que Anderson había intentado robar un auto. Luego provocó un accidente e intentó huir de los agentes, según la cadena KNBC.
Según detalló The Washington Post, después de que Anderson fuera esposado y puesto bajo custodia, fue trasladado en ambulancia a un hospital de Santa Mónica. Allí fue declarado muerto tras sufrir una paro cardíaco, según un comunicado de la policía.
La versión oficial de la policía detalló que unas cuatro horas y media después del uso de la fuerza, Anderson “sufrió una urgencia médica, no respondió a los esfuerzos del personal médico por salvarle la vida y fue declarado muerto”.
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Ahora, la oficina forense del condado de Los Ángeles investiga la muerte del joven y todavía no se pronunció sobre su causa y forma. “Se están llevando a cabo la averiguaciones completas, y prometo que las investigaciones de la Ciudad sobre estas muertes serán transparentes y reflejarán los valores de Los Ángeles”, dijo la alcaldesa de Los Ángeles, la demócrata Karen Bassen.
