En las últimas horas se hizo público un hecho inusual en el ámbito diplomático y mucho menos entre los líderes de los países más importantes del mundo. En el marco de la cumbre del G20 en Indonesia el presidente de China, Xi Jinping, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, tuvieron un tenso cruce.
Ante la presencia de las cámaras, el líder del gigante asiático acusó al canadiense por “filtrar a los diarios” todo lo que habían hablado durante un encuentro bilateral que habían mantenido previamente. La crítica fue frente a frente y con un intérprete entre medio.
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Trudeau indicó públicamente que durante la reunión él había mencionado “la cuestión de la injerencia” china, luego de que Canadá acusara a Beijing de interferir en sus sistemas democráticos y judiciales.
“No es lo apropiado”, le dijo Xi a Trudeau, casi en tono de reto, pero con una sonrisa incómoda en la cara. “Si hay sinceridad, tendríamos que tener una discusión basada en el respeto mutuo. Si no es el caso, el resultado será impredecible”, finalizó el presidente chino.
La extraña explicación de China
La relación entre Canadá y China ya estaba tensa desde comienzos de noviembre cuando el propio primer ministro Trudeau denunció a Beijing por “interferir de forma agresiva” en cuestiones internas de Canadá. Este choque que tuvieron en las últimas horas pueden complicar más el vínculo bilateral.
Con el afán de bajar el tono, una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, trató de minimizar la discusión y declaró: “El video contenía una breve conversación entre los dirigentes de dos países durante la cumbre del G20. Es algo normal”.
Además, agregó que no cree que “esto tenga que ser interpretado como una crítica o regaño de cualquier tipo de parte del presidente Xi”. Distintos analistas leyeron la situación de una manera distinta.
La respuesta del canadiense
Desde 2019 que ambos dirigentes no se veían cara a cara. La reunión se dio en un marco en donde la policía federal canadiense también lleva adelante una investigación sobre supuestas “comisarías” establecidas de manera ilegal por China en Canadá.
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Según las denuncias, estos establecimientos buscan controlar a los ciudadanos chinos exiliados o expatriados. “En Canadá creemos en el diálogo libre, abierto y franco. Y es lo que vamos a seguir haciendo”, afirmó Justin Trudeau frente al propio Xi Jinping.
Las relaciones entre ambos países se degradaron en los últimos años. Habrá que ver cómo termina por repercutir finalmente este último cruce entre ambos líderes.
