Sylvia Earle tiene 87 años es una conocida oceanógrafa, que tiene el récord mundial de la caminata sin ataduras más profunda por el lecho marino. Ha pasado más de siete décadas explorando los océanos y no planea jubilarse. Además, es una ferviente defensora del medio ambiente y de los animales.
“Todavía estoy respirando, así que ¿por qué debería hacerlo?”, señaló Earle a la CNN desde desde su casa en Dunedin, Florida.
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La mujer de 87 años ha nadado desde que era una niña pero insiste en que siempre tiene más que aprender. “Cada vez que entro al agua, veo cosas que nunca antes había visto”, dice.
A lo largo de su vida, Earle ha sido testigo de las catástrofes naturales y cómo se ha ido modificando el medio ambiente y la fauna.
Desde el dragado y relleno de praderas de pastos marinos para dar paso a la construcción de propiedades frente al mar hasta los efectos del derrame de petróleo de Deepwater Horizon en 2010, cuando 168 millones de galones de petróleo se vertieron en el Golfo de México; como así también la extinción de las focas monje del Caribe, que alguna vez se pudieron ver descansando en las playas de Florida.
“No se parece en nada al paraíso que conocí”, dice pero aclara que aún está al alcance de la mano alguna forma de recuperación. “La naturaleza es resistente, eso es motivo de esperanza. Pero tenemos que darle un respiro a la naturaleza, quitarle la presión”.
Promotora de la protección de los océanos y del medio ambiente
En Dunedin, eso es exactamente lo que está sucediendo ahora. La costa, que se extiende desde la bahía de Apalachicola en el norte hasta la isla Ten Thousand en el sur, fue designada Hope Spot en 2019, como parte del programa Mission Blue de Earle, que apoya la investigación y la restauración del océano. Hay más de 140 Hope Spots en todo el mundo, todas áreas que han sido científicamente identificadas como críticas para la salud del océano y ahora están siendo protegidas por comunidades e instituciones locales.
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“Un océano saludable comienza con la conciencia”, afirma el sitio web de Mission Blue, algo por lo que Earle se ha esforzado incansablemente. Hoy, recorre el mundo, hablando en escuelas o asambleas generales de la ONU y el Congreso de los EE. UU., compartiendo sus historias sobre el océano e instando a la acción de conservación.
Tal compromiso firme con el océano le ha valido a Earle muchos títulos, desde “Su profundidad” y “Reina de las profundidades” hasta “General Sturgeon”. Se le atribuye haber abierto las puertas a las mujeres en la ciencia oceánica, convirtiéndose en la primera científica jefe de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA) en 1990, y ha sido pionera en el uso de sumergibles para la exploración de las profundidades del océano.
