La salud del presidente de Rusia, Vladimir Putin, volvió a estar en el centro de la polémica después de que aparecieran unas fotos que mostraban algunas marcas y colores extraños en sus manos.
Un exjefe del ejército británico, Richard Dannatt, comentó que la rara coloración podría deberse a que el político estaría recibiendo inyecciones.
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Muchos usuarios en las redes sociales afirmaron que las marcas que se pueden ver en las fotos son a causa de una vía intravenosa. Y según Dannatt, las manos de Putin parecen estar más oscuras en su parte superior, lo que sería un signo de que le están aplicando inyecciones en la zona.
Lo cierto es que el Kremlin publicó dos videos para el mismo evento al que asistió el Presidente: uno con toneladas de marcas de agua (haciendo que la mano sea difícil de ver), y otro sin ninguna toma de su mano. Esta acción aumentó la creencia de que el gobierno ruso quiere simular la sanidad del presidente, y que efectivamente se estaría aplicando inyecciones.
“Es interesante notar eso, y ver si está tan en forma como le gustaría retratar. Es un área interesante para estar al tanto”, agregó Dannatt en una entrevista con el medio británico Sky News.
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Los rumores sobre la salud de Putin
Hace unos meses, un informe de la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos sugirió que Putin podría estar padeciendo de una “forma avanzada de cáncer”.
Por otra parte, el diario británico The Sun citó al analista político Valery Solovei - ex jefe del Departamento de Relaciones Públicas del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú- y aseguró que el mandatario ruso tiene Parkinson, con problemas de naturaleza psiconeurológica.
Sin embargo, en mayo el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, negó que el Presidente tuviera cualquier tipo de enfermedad.
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En las últimas semanas del mes de abril, se publicó un video de una reunión que tuvo lugar en febrero de ese año entre Vladimir Putin y el residente bielorusso Aleksandr Lukashenko. La grabación mostró cómo le temblaba a Putin la mano derecha segundos antes de estrecharla con la del líder bielorruso, un fuerte aliado del Kremlin. Además, quedó en evidencia cómo una de sus piernas se mantuvo casi inmóvil al dar unos pocos pasos.
En aquel momento la transmisión oficial había omitido ese fragmento, que ahora se hace público y que tomó una gran relevancia porque vuelve a alimentar las versiones de que Putin padece Parkinson.
