Los cubanos votaron este domingo en un referéndum sobre el nuevo Código de Familia, que incluye el matrimonio igualitario y el vientre subrogado. Los resultados oficiales se divulgarán recién este lunes.
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La consulta, que fue objeto de una intensa campaña a favor del Sí por parte de gobierno, dividió a la oposición cubana en torno a la sustitución de la “patria potestad” por una “responsabilidad parental” que a juicio de activistas servirá para chantajear a disidentes con la amenaza de quitarle a sus hijos “si observen una conducta viciosa, corruptora o delictiva”.
Miguel Díaz-Canel dijo que es una norma justa y necesaria, pero alertó sobre “un voto castigo”
El presidente Miguel Díaz-Canel dijo que el nuevo código es “una norma justa, necesaria, actualizada, moderna y que da derechos y garantías a todas las personas, a todas las diversidades de familias, de personas, de credo”.
Sin embargo, el mandatario advirtió que, a pesar de la intensa campaña a favor del Sí, podría ganar la postura negativa. “Tenemos que acostumbrarnos que en temas tan complejos, donde hay diversidad de criterios”, cuando prevalece una situación económica difícil, “también puede haber (...) un voto de castigo”.
En camiseta azul con una bandera cubana bordada en el pecho, el mandatario depositó la papeleta en una urna custodiada por dos niños vestidos con su uniforme de escuela, algo tradicional en el sistema de votación de la isla.
Los estudiantes dijeron “votó” al unísono frente al presidente, una práctica que se repite ante cada elector.
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También el expresidente Raúl Castro emitió su voto enfundado en una camisola color caqui militar.
Qué dice el nuevo Código de Familia de Cuba sometido a un referéndum
La nueva ley, que de ser aprobada sustituirá la vigente desde 1975, define el matrimonio como la unión “entre dos personas”, abriendo la puerta al casamiento homosexual y la adopción para parejas del mismo sexo.
También permitirá reconocer legalmente a varios padres y madres, además de los biológicos, así como la gestación subrogada sin fines de lucro. Además, suma otros derechos que favorecen a los niños, ancianos y discapacitados.
”¿Estás de acuerdo con el Código de las Familias?”, fue la única pregunta en la boleta, con opciones de Sí y No. La norma solo será aprobada con el 50% más uno de los votos.
El tema es sensible en una sociedad aún marcada por el machismo que se exacerbó en las décadas de 1960 y 1970, cuando el gobierno condenó al ostracismo a muchos homosexuales o los envió a campos militarizados de trabajo agrícola.
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”Nosotros no estamos votando Sí con el PCC (Partido Comunista de Cuba). Es el PCC quien está votando Sí con nosotros”, afirmó Maykel González, un activista gay, en un tuit en el que mostró su boleta marcada con el voto afirmativo.
Activistas cuestionan el fin de la “patria potestad”
La comunidad LGBT en Cuba apoya el nuevo código, al igual que otras figuras como Mariela Castro, hija del expresidente Raúl Castro y sobrina de Fidel. Sin embargo, recibió fuertes críticas de la Iglesia Católica y de los evangelistas. Varios líderes religiosos expresaron su preocupación de que la iniciativa pueda debilitar al núcleo familiar tradicional.
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Pero un punto en especial desató los mayores cuestionamientos en la disidencia interna: la sustitución de la “patria potestad” por una “responsabilidad parental” que, a juicio de activistas, representa una mayor intromisión del Estado en las familias.
En uno de los artículos del nuevo código se establece que uno o ambos padres pueden ser privados de la patria potestad en casos en que se observe “conducta viciosa, corruptora o delictiva”.
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El disidente Guillermo Fariñas, citado por el sitio Libertad Digital, consideró que detrás de los derechos a las minorías sexuales, el nuevo código esconde una estrategia para “disminuir en una mayor proporción las potestades de los padres o adultos responsables de los menores” y así “poder chantajearlos afectivamente” con quitarle la tendencia de sus hijos.
