Era el 2008 cuando un programa de TV causó un escándalo mayúsculo en Australia. En pleno horario central, John Deaves y su hija Jenny defendieron la relación incestuosa que mantenían desde hace años y fruto de la cual nacieron dos hijos.
La relación comenzó en el año 2000, después de que Jenny, que tenía entonces 31 años, estaba casada y era ya madre de tres chicos, se fue a vivir con su padre y su entonces tercera esposa, Dorothy, en Port Pirie, Australia del Sur.
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De la convivencia al incesto: “Mis sentimientos cambiaron”
Ambos eran casi desconocidos, ya que Deaves había abandonado a su familia cuando su hija era muy chiquita. Según dijeron, solo se habían visto tres veces. Pero una vez que vivieron bajo el mismo techo, su relación se convirtió rápidamente en una aventura prohibida.
“Después de haber estado allí unos cuantos días, comencé a notar que mis sentimientos estaban cambiando y que lo estaba viendo como un hombre, como una persona, como alguien que amaba, cuidaba, y me decía ‘Oh, él no es tan malo’”, confesó Jenny al programa 60 Minutes.
Por su parte, John dijo que cuando inició la relación con su hija “sabía que era ilegal”, pero que sus sentimientos por ella fueron más fuertes que el respeto a las leyes. “Las emociones nos superan (...) Hay momentos en la vida en que las emociones gobiernan el corazón y la cabeza“, se justificó.
Jenny también dijo que el sexo con su padre era como “una relación sexual con cualquier otro hombre”, alegando que ese vínculo “no dañaba a nadie más”.
En cuanto a Dorothy, dijo que cuando John le reveló que tenía una aventura con su hija le dijo que “era el mejor sexo que había tenido”.
La historia de amor incestuosa sería el final de los 12 años de matrimonio de Dorothy y John. Pero la de Deaves con su hija duró unos años más.
De hecho tuvieron dos hijos juntos. El primero murió al poco tiempo de nacer y la segunda, Celeste, nació sin problemas.
La madre de Jenny intentó separarlos y hasta los denunció a la policía. “Tratamos de imponerles la ley, pero escaparon”, dijo Dorothy años después al sitio Channel 9.
Una condena judicial y el fin de la relación
La relación finalmente resultó en un caso judicial. Tanto John como Jenny se declararon culpables de dos cargos de incesto. El primero relacionado con la relación sexual que condujo al nacimiento de su primer hijo, que murió en 2001. El segundo relacionado con el nacimiento de su hija sana en 2007.
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En 2008, el tribunal les impuso una multa y los condenó a no mantener ningún tipo de contacto durante tres años. Sin embargo, según medios locales, la relación duró un año más y finalmente terminó en 2009.
Durante el caso, el juez encargado de éste, Steven Millsteed, consideró el expediente atípico porque la chica y el padre eran prácticamente unos desconocidos cuando iniciaron la relación. “No se trata de un caso en el que padre abusó de su hija”, afirmó el magistrado.
