Un joven migrante de 17 años logró salvar la vida de un bebé de cuatro meses durante un naufragio frente a las costas de Libia. El dramático momento quedó registrado por el fotoperiodista Michael Bunel, que acompañaba el equipo de Médicos Sin Fronteras a bordo del buque Geo Barents.
Fue un rescate agónico, que ocurrió el 27 de junio. Al menos 22 personas desaparecieron en el mar y una mujer murió tras ser salvada. El equipo de Médicos sin Fronteras (MSF) logró rescatar a 71 sobrevivientes.
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El grito desesperado de un hombre: “¡Hay un niño!”
La embarcación en la que iban esos migrantes naufragó a unos 100 kilómetros de las costas de Libia. “Fue un naufragio catastrófico porque el barco se partió por el medio. Había gente por todos lados en el agua”, contó Bunel al medio galo Brut.
En un momento, vieron a dos hombres y una mujer aferrados a una tabla de madera en el agua. “No notamos al bebé de inmediato. Pero escuchamos a uno de los hombres gritar: ‘¡Hay un niño! ¡Hay un niño!’”.
Entonces, el joven togolés logró salvarle la vida al bebé de cuatro meses al colocarlo sobre su espalda antes de nadar hacia la lancha de los rescatistas.
“Traté de salvar a alguien mientras lloraba, estaba desesperado”, contó el joven, según el medio español Antena 3.
De inmediato subieron al recién nacido a bordo. “El bebé no respiraba. Enseguida le hicieron masaje cardíaco para reanimarlo. Fue mucha tensión. Después de un tiempo que me pareció infinito, el bebé regresó a la vida y se puso a llorar”, contó Bunel, todavía conmovido por la escena.
Según dijo el fotoperiodista al sitio InfoMigrants, también pudieron rescatar a la mamá del bebé. Ambos se encuentran bien y fueron evacuados de emergencia a un hospital de Malta.
Un héroe de 17 años
Sobre le joven togolés, dijo que era un verdadero “héroe”. “Era uno de los pocos que sabía nadar. Rescató a decenas de personas ayudándolas a agarrarse a los restos de la canoa”, comentó.
Este chico, cuya identidad fue mantenida en reserva, dijo que perdió a seis amigos con los que viajaba y ayudó a rescatar a varios chicos del agua. “Aunque no pude salvar a ninguno de mis seis amigos, salvé a muchos niños, pero por desgracia, uno ya había muerto”, declaró.
Desde que comenzó a operar hace un año, el barco de búsqueda y rescate fletado por Médicos Sin Fronteras en el Mediterráneo Central, el Geo Barents, rescató a 3.138 personas y recuperó a 10 cuerpos en el mar.
Así, entre junio de 2021 y mayo de 2022, el barco zarpó 11 veces y realizó 47 operaciones. Además, los equipos de MSF a bordo realizaron 6.536 consultas médicas para atención médica primaria, salud sexual y reproductiva y mental.
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El 34% de los sobrevivientes eran niñas y niños, de los cuales el 89% no estaban acompañados o se habían separado de sus familias. Además, 265 personas reportaron a los equipos de MSF haber sufrido algún tipo de violencia, tortura o malos tratos, y 63 personas entre ellas reportaron haber sufrido violencia sexual y otras formas de violencia de género.
En diálogo con TN, el argentino Juan Matías Gil, responsable de las operaciones de búsqueda y rescate de MSF, había denunció meses atrás la inacción de los países europeos ante la situación que ocurre en el Mediterráneo y trabas como tiempos cada vez mayores para obtener un puerto donde desembarcar.
“No estamos pidiendo favores, solo que se cumplan las obligaciones a las que los Estados se han comprometido. No estamos acá porque nos gusta, estamos acá porque vemos un vacío grande. Hacemos un trabajo que no nos corresponde, en silencio, y teniendo que pelear para garantizar los derechos mínimos que marca la ley”, insistió.