El papa Francisco reconoció que tiene la intención de viajar a la zona del conflicto y que le ofreció reunirse al presidente ruso Vladimir Putin.
“Me temo que no puede o no quiere”, sentenció Francisco durante una entrevista que publicó el diario italiano Corriere della Sera.
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Sobre un posible viaje a Ucrania admitió: “Siento que no tengo que ir. Primero tengo que ir a Moscú y reunirme con Putin. Pero yo soy sacerdote, ¿qué puedo hacer? Hago lo que puedo. Si Putin abriera la puerta...”.
Según contó en la entrevista, la invitación para concretar una visita a Moscú se la hizo llegar a Putin unos 20 días después de que comenzara la invasión a través de Pietro Parolin, cardenal secretario del Papa.
Ya pasaron más de dos meses de guerra y Francisco aseguró que Putin todavía no le respondió. “Seguimos insistiendo, aunque me temo que no puede o no quiere tener esa reunión ahora”, detalló, para luego agregar: “Tanta brutalidad, ¿cómo detenerla?”
Polémica por el viaje del Papa a Ucrania
El sumo pontífice había quedado en el centro del debate cuando primero aseguró que estaba evaluando la posibilidad de viajar a Kiev, pero finalmente nada sucedió.
Hace dos semanas el propio presidente ucraniano Volodimir Zelensky pidió en una conferencia de prensa con medios internacionales que el papa Fransico viaje a su país a “desbloquear los corredores humanitarios”.
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A pesar de estas “presiones”, desde el Vaticano no habían emitido ningún otro comentario sobre el viaje a Ucrania. Ahora, en la entrevista con Corriere della Sera, Francisco admitió que piensa que primero debería ir a Rusia.
“Primero tengo que ir a Moscú, primero tengo que reunirme con Putin”, lanzó sin vueltas. Según explicó en la entrevista, como el presidente ruso todavía no contestó, no hubo organización del viaje.
El debate por el envío de armas a Ucrania
A lo largo de la extensa entrevista publicada ayer a la noche el papa Francisco también comentó sobre si es lícito la provisión de armas a Ucrania por parte de terceros países, sobre todo de la OTAN.
“Estoy demasiado lejos de la pregunta de si es correcto abastecer a los ucranianos. Lo que está claro es que en esa tierra se están probando armas”, respondió el sumo pontífice.
Luego agregó: “Los rusos ahora saben que los tanques sirven de poco y están pensando en otras cosas. Las guerras se libran para esto: para probar las armas que hemos producido”. Se mostró crítico a la producción de armamento. Incluso lo catalogó como un “escándalo” al que “pocos se oponen”.
Por último también negó que el patriarca Kirill, jefe de la Iglesia ortodoxa rusa, tenga la posibilidad de detener la guerra. Contó que en la conversación que tuvieron durante “los primeros veinte minutos leyó las justificaciones de la guerra”.
