El gobierno ruso advirtió este sábado que unas 420 minas fueron colocadas por las fuerzas ucranianas en el Mar Negro, ubicado entre Europa oriental y Asia occidental. Según Moscú, los explosivos se encuentran a la deriva debido a la última tormenta que rompió los cables que las anclaban. Los países cuyas costas baña del Mar Negro son Turquía, Bulgaria, Rumanía, Ucrania, Rusia y Georgia.
El Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB) reveló que estos explosivos se están desplazando hacia el estrecho del Bósforo, ubicado en Turquia, que separa la parte europea de la parte asiática. Por lo que esa traslación de lugar supone riesgos para la navegación. “Se instalaron miles de minas en los puertos de Odesa, Ochakov, Chernomorsk y Yuzhny, y hasta 420 serían explosivos de anclaje obsoletos, fabricados en la primera mitad del siglo XX”, informaron fuentes rusas.
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En la misma línea, el FSB explicó que el viento y las corrientes hacen que naveguen a la deriva por la parte occidental del Mar Negro. El organismo ruso advirtió también que las corrientes de superficie en dirección sur son dominantes, por lo que no se descarta que vayan hacia el Bósforo e incluso lleguen al Mediterráneo.
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Por su parte, Rusia considera que “las Fuerzas Armadas de Ucrania demuestran una vez más su absoluto desprecio por los fundamentos del Derecho Internacional y por las vidas humanas, incluidas las de ciudadanos de los países de la Unión Europea”.
La colocación de explosivos marítimos supone una violación de la 8ª Convención de La Haya de 1907, ya que las minas autoexplosivas no pueden ser controladas de ningún modo y, por lo tanto, no son consideradas seguras.
