Namibia confirmó recientemente la exportación de veintidós elefantes capturados en estado salvaje que tendrán como destino los Emiratos Árabes Unidos (EAU), lo que contraviene las normas internacionales sobre conservación de especies amenazadas, denunció hoy la Fundación Franz Weber (FFW).
La transacción fue confirmada el 6 de marzo por el Ministerio de Medio Ambiente, Silvicultura y Turismo de Namibia (MEFT), según la televisión pública namibia NBC.
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Los elefantes, procedentes del área de Kunene (noroeste del país), habían sido subastados para evitar los crecientes “conflictos” por la interacción entre humanos y animales salvajes en la zona, de acuerdo con el MEFT, y entregados al mejor postor, un ganadero namibio, G.H. Odendaal, que luego los vendió a los EAU.
Qué dicen las normas internacionales sobre comercio de especies amenazadas
Su destino más probable será el zoológico de Al Ain, denunció este martes la fundación dedicada a preservar el legado del prestigioso ecologista suizo Franz Weber, lo que contravendría las normas de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
“La declaración del MEFT confirma más de un año de especulaciones en las que Namibia siempre había tenido la intención de exportar a sus elefantes fuera de África, como hizo recientemente a Cuba y a México”, indicó esta organización en un comunicado.
“Sin embargo, técnicamente, Namibia solo puede exportar elefantes vivos a programas de conservación ‘in situ’ (es decir, dentro del área de distribución natural de la especie en África), según los términos de la inclusión de su población de elefantes en la CITES”, agregó.
Para FFW, la justificación de la venta de estos elefantes como una intervención para frenar los “crecientes casos de conflicto entre el hombre y la fauna” es falsa, ya que los animales fueron “capturados en la zona agrícola comercial de Kamanjab, que no está bien poblada por comunidades rurales”.
“Es una zona, según un informe de 2021, que forma parte de la árida región de Kunene, en el noroeste de Namibia, donde el número de elefantes es peligrosamente bajo. Esto se debe principalmente a los años de sequía y a circunstancias inducidas por el hombre, como la caza de trofeos, la persecución y la invasión del hábitat natural para actividades agrícolas”, recalcó la fundación.
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La medida va en contra de la retórica habitual de que el Gobierno comercializa su fauna en nombre de la mejora de la pobreza de las comunidades rurales.
El anuncio de Namibia se produjo en vísperas del comienzo de la 74ª reunión del Comité Permanente de la CITES (SC74) en Lyon (sureste de Francia), que examinará específicamente el 9 de marzo la legalidad de la interpretación de Namibia en lo que respecta a las exportaciones de elefantes vivos, destacó FFW.