La historia de Sealand, un país sobre una plataforma marina situada en el Mar del Norte, a 11 kilómetros de la costa británica, a la altura de Suffolk, comenzó en 1942.
Ese año, el ejército de Gran Bretaña instaló varias torres armadas en medio de la desembocadura de los ríos Támesis y Mersey, con el fin de ayudar a defender Londres, de los ataques de la fuerza armada de Alemania.
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Las torres fueron nombradas como fuertes Maunsell en honor a su diseñador, el ingeniero Guy Maunsell. A fines de la década del 50´, terminaron abandonadas. Incluso, la gran mayoría fueron desmanteladas. Sin embargo, uno de los fuertes más grandes siguió de pie: el HM Roughs.
En septiembre de 1967, Patrick “Paddy” Roy Bates, excomandante de la Marina, se acercó a este fuerte con el objetivo de formar una emisora de radio desde allí. Para eso, debió expulsar a unos piratas que estaban allí de manera ilegal.
Bates nunca pudo transmitir desde allí, pero basándose en una curiosa interpretación del derecho internacional, junto a su esposa Joan declararon la independencia del fuerte y se autoproclamaron regentes de la nueva nación, a la que llamaron Principado de Sealand.
Así nació el país más pequeño del mundo. Pero el proyecto siguió creciendo: en 1975, redactaron la Constitución, crearon la bandera, el escudo, el himno, el pasaporte y hasta una moneda propia: el dolár de Sealand, con igual valor al dólar estadounidense.
Pero a pesar de los intentos de sus fundadores, ningún país reconoció a Sealand como Estado Soberano.
Sealand estuvo cerca de ser reconocido como país gracias a un secuestro
Tiempo después, el 19 de agosto de 1978, Alexander Achenbach, un abogado alemán llegó a la plataforma junto a varios mercenarios armados. Estos irrumpieron en la torre en dos lanchas y tomaron como rehenes a las tres personas que estaban allí, entre las que se encontraba Michael Bates, hijo de Patrick y Joan y heredero al trono. El hombre tomó la plataforma y se autodenominó Primer Ministro de Sealand.
Pero no sabía un detalle: Michael tenía escondidas varias armas en el lugar. Gracias a esto, Bates recuperó el control de la torre y capturó a Achenbach, quien fue acusado de traición, mientras que los mercenarios lograron escapar.
Paddy y Joan retornaron al Principado y, arbitrariamente, establecieron una fianza de 35000 dólares para liberarlo. Ante esto, el gobierno alemán envió un diplomático para negociar la liberación del abogado.
Los fundadores de Sealand lo dejaron en libertad, pero a cambio declararon que la visita de la autoridad germana constituía el reconocimiento de su país por parte de la República Federal Alemana.
Sin embargo, Alemania negó estos dichos y, en 1987, el Reino Unido aumentó su franja marina, absorbiendo al Principado dentro del territorio inglés.
Cualquier persona puede ser noble de Sealand por 37 euros
Tras la muerte de Patrick y Joan, y la decisión de su hijo de mudarse del país, solo hay tres habitantes en este lugar que cuenta con 500 m2 de superficie. Se trata de los cuidadores, que se rotan en turnos.
Michael sigue vendiendo los pasaportes, monedas y banderas de Sealand, aunque no tienen un valor real. También se organizan visitas a la plataforma, aunque son difíciles de conseguir.
Según Bates, diariamente, cientos de personas intentan comprar estos elementos, al igual que los títulos nobiliarios: cualquiera puede ser un noble de Sealand abonando 37 euros en la página oficial del Principado.