Tras una extensa pelea legal, Víctor Escobar pudo cumplir su voluntad y se transformó el viernes en el primer colombiano autorizado a recibir la eutanasia. Antes de someterse al procedimiento, envió un emotivo mensaje de despedida.
“No les digo adiós, sino hasta luego”, dijo el hombre a través de un video que grabó para difundir en los medios.
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Qué dijo Víctor Escobar antes de recibir la eutanasia
En compañía de su abogado Luis Giraldo y su esposa, Escobar agradeció a las personas que lo apoyaron para lograr su voluntad, minutos antes de someterse al procedimiento.
“Agradezco a los que han estado pendientes de mi caso, pendientes de mi abogado Luis, les damos los más sinceros agradecimientos. Ellos fueron parte de esta lucha, de esta lucha que con Luis Giraldo a la cabeza se lograra el objetivo que a pacientes como yo, no terminales, sino pacientes degenerativos, llegáramos a ganar esta batalla”, expresó.
“Una batalla que abre las puertas para los pacientes que vienen atrás de mí y que en estos momentos desean una muerte digna”, remarcó.
”Gracias a todos los colombianos que de una u otra forma nos brindaron el apoyo, esa confianza de seguir adelante con nuestra lucha. Bendiciones y abrazos en general. Los quiero a todos muchísimo”, agregó en su grabación.
“Y no les digo adiós, sino un hasta luego. La vida no es comprada, poco a poco nos va llegando el turno a cada uno. Poco a poco nos iremos encontrando donde Dios nos tenga. Abrazos y bendiciones para todos (...). Los quiero y los amo con toda mi alma”, cerró Escobar.
Su abogado aprovechó también el momento para leerle unas palabras. Aseguró que lo consideraba como al abuelo. “Lo despedí hoy hace exactamente cinco años”, dijo.
Las enfermedades que padecía Víctor Escobar, el primer colombiano en recibir la eutanasia
Escobar tenía 60 años y había padecido dos accidentes cerebrovasculares (ACV) en 2008 que le hicieron perder la movilidad de la mitad de su cuerpo. Con el tiempo había logrado recuperarla parcialmente, pero luego se sumó la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), por la que dependía de oxígeno para respirar.
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También sufría de hipertensión, diabetes, artrosis severa y síndrome de la articulación condrocostal.
Su batalla jurídica para conseguir la eutanasia comenzó hace dos años y medio. Le fue negada en dos oportunidades por clínicas y jueces por no cumplir con el requisito de estar en la fase terminal de su enfermedad.
