Una familia oriunda de la ciudad mexicana de Torreón observó a un anciano en la vía pública que arrastraba una bolsa con botellas vacías, y expuesto al sol y a las altas temperaturas. Al momento de su hallazgo, el hombre circulaba con un viejo sombrero, ropa vieja y caminaba con un bastón viejo.
La familia de Karla Delgado, una joven de 25 años, no dudó ni un segundo. Decidieron frenar la marcha de su vehículo y auxiliaron al anciano, quien les comentó que tenía 108 años de vida.
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En sus primeros momentos juntos, el hombre dudó un segundo de la actitud de la joven, sin embargo terminó aceptando la propuesta.
Una vez en el automóvil, la chica le preguntó al anciano su nombre y su edad, a lo que este respondió: Felipe Reyes Villalobos, 108 años, 11 hijos y casado tres veces.
Asombrada por la respuesta, Delgado le preguntó donde vivía, y el anciano le dijo que “en una plaza, debajo de una palma muy grande”.
“Ahí me quedo sin palabras por la cuestión de que no tiene un hogar”, manifestó Delgado en un contacto con la prensa local.
Luego, la mujer y su longevo acompañante iniciaron un peregrinar por la ciudad mexicana para encontrar el lugar del que el hombre le habló. Luego de pasar por varios espacios públicos y de dar vueltas sin hallar el sitio, pasaron por un parque y fue ahí cuando el hombre señaló donde vivía.
Karla relató que, antes de que el hombre bajara del rodado le dio los últimos 100 pesos mexicanos (5 dólares) que tenía en su cartera. El abuelito agradeció el gesto, le dio su bendición y le comentó que con ese dinero ya tenía para su bebida y un pan.
El proceso de adopción
“Antes de irme, decidí tomarle una foto”, dijo Delgado, y agregó: “Normalmente trato de ayudar a la gente y nunca lo posteo en Facebook”. Sin embargo, en esa oportunidad la chica subió la imagen a su cuenta para narrar la historia.
Poco después, una de sus primas, identificada como Liliana y su esposo, Jorge, reaccionaron a la publicación, y aseguraron querer ayudar al anciano.
“Jorge me dijo ‘vamos por él, vamos a ayudarlo’. Le dije no le podemos dar ropa o una despensa porque el señor no tiene un hogar”, siguió Delgado. De todos modos, el esposo de su prima le señaló que su idea era ofrecerle una ducha y una cena con su familia durante esa noche, lo que a la chica le pareció una buena idea.
La familia posteó algunas imágenes de la cena en la que se observa a Don Felipe aseado y con ropa limpia, y también compartiendo la mesa con la familia.
Después, Delgado y sus familiares le abonaron una noche de hotel al abuelo y le buscaron asistencia municipal por medio de Jorge, quien es policía de la ciudad.
Con mucha suerte, al otro día, Delgado le llevó el desayuno a Reyes Villalobos, quien le contó que es oriundo de Villahermosa, Tabasco, un poblado enclavado al sur de México. Además, le confió que toda su vida se dedicó al trabajo en el campo.
Al otro día, Reyes Villalobos fue enviádo a un albergue municipal de Torreón donde fue asistido por médicos, recibió alimentación y bebidas. En este lugar, a partir de su llegada, convive con otros adultos.