En medio de una creciente tensión por el auge del narcotráfico, cocaleros colombianos retuvieron durante dos días a seis pelotones del Ejército nacional, con un total de 180 soldados, en una zona que concentra la mayor superficie sembrada de coca en el mundo en la frontera con Venezuela.
Los militares realizaban tareas de erradicación de cultivos ilícitos y fueron liberados en la tarde de este jueves de manera “unilateral”. Los campesinos decidieron “retirarse del lugar y no impedir el trabajo de la fuerza pública”, aseguró en un comunicado la Defensoría del Pueblo.
El hecho ocurrió en Tibú, departamento de Norte Santander, que forma parte de la llamada región del Catatumbo, el territorio con más narcocultivos del mundo.
Poco antes, el ministro de Defensa, Diego Molano, había lanzado una fuerte advertencia en Twitter. “Pretender retener soldados que cumplen con erradicación de cultivos ilícitos en Catatumbo es un secuestro y demuestra que el narcotráfico es la mayor amenaza a la democracia. Contra los que así proceden, la respuesta es la ley. No aceptamos chantajes contra la autoridad y la ley”, expresó.
En tanto, el presidente Iván Duque había exigido la “liberación rápida” de los soldados retenidos.
Cómo fue el operativo militar que terminó con el “secuestro” de 180 soldados en Colombia
Los campesinos capturaron a los militares el martes cuando estaban destruyendo cultivos ilegales en Tibú. Los cocaleros “secuestraron a seis pelotones del Ejército nacional”, dijo el general Ómar Sepúlveda.
Las tropas, según relató el jefe militar, fueron rodeadas por campesinos con palos y machetes mientras cumplían “tareas de lucha contra toda la cadena de narcotráfico”. Los soldados quedaron retenidos en una escuela rural.
Qué dijeron los cocaleros que retuvieron a 180 militares en Colombia
“El ejército no fue víctima de ningún tipo de violencia ni secuestro”, dijo un comunicado divulgado por los cocaleros.
Este jueves un grupo de uniformados dialogó con los cocacoleros con la mediación de la Defensoría del Pueblo. ”El cerco humanitario se realizó con el fin de evitar posibles violaciones a los derechos humanos (...) por los antecedentes ocurridos en el año 2020 en labores de erradicación en los municipios de Cúcuta y Sardinata”, donde murieron dos campesinos, agregó el texto.
”La situación termina aquí con un acuerdo voluntario por parte de las comunidades”, explicó a la AFP Jhon Ascanio, funcionario de derechos humanos que participó en la mediación.
El defensor del pueblo Jaime Marthey dijo que los campesinos reclaman que la erradicación sea un proceso concertado.
Los campesinos cocaleros suelen sostener choques con los militares que arrancan los plantíos. Con una cifra récord de producción de 1.010 toneladas en 2020, Colombia se mantiene como el mayor exportador mundial de cocaína.
En la zona hay unas 40.084 hectáreas sembradas con hoja de coca, según el último informe de la ONU de 2020. Rebeldes de la guerrilla ELN y disidentes de la exguerrilla de las FARC que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016 operan en la zona y se financian con las rentas del narcotráfico.